Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

jueves, 20 de noviembre de 2014

EL ADIÓS DE UNA MOMIA



La duquesa de Alba, un espantajo del ayer, cría desde la víspera, malvas en su sepultura. Es un decir, porque en realidad se está pudriendo en el madero de luxe del sarcófago familiar. Antes de hacerlo siguió acumulando la fortuna rentista que heredó, explotando jornaleros y manifestándose tan falsamente liberal como Juan Carlos l. La nobleza local arrastra esa tara desde hace siglos en un país que se saltó la ilustración y la revolución industrial, festejando, entre otras miserias nacionales, las matanzas de toros que imperaban en la Europa previa a esos eventos. Sus tres mil millones de euros patrimoniales, exentos de impuestos, le permitieron vivir a sus anchas y criar mal a sus hijos, fracasados en el amor y la estabilidad emocional. Ella y ellos alimentaron las revistas del corazón, mientras la duquesa intentaba reparar los estragos del tiempo mediante cirugía, botox y novio aparente, de profesión vividor. En los últimos tiempos, merced a su estiramiento facial apenas podía hablar y se la ridiculizaba a menudo desde los medios (exceptuando la revista “Hola”). También se lo ridiculiza a Mariano Rajoy, pero resulta que, en un país social y económicamente quebrado, los nobles y plebeyos bellacos enriquecidos siguen mandando, para desgracia del progreso y la justicia.

No hay comentarios: