Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

miércoles, 22 de octubre de 2014

EL SENTIDO CRÍTICO Y SU COMPROMISO


Es probable que, tras mi artículo precedente se me acuse de venderme a la derecha. Según el pensamiento político dominante en países del área latina, si criticas aspectos de cualquier grupo te opones al mismo, adhiriéndote, de hecho, a sus corrientes opositoras. Nada más falso. Soy un pensador y escritor independiente de grupos organizados o fuerzas sociales regresivas. Apoyo a Podemos, aunque sin entregarles mi confianza. No son ellos ni los grupos de izquierda social el centro de mis ataques. Los análisis críticos, presencia constante en mis apuntes, son constantes y sistemáticos, afectando especialmente a la superclase global y sus intereses. Sin embargo, en el llamado campo popular las habas también se cuecen. Durante treinta y cinco años de mi vida residí en España. Allí nací durante los primeros años de la posguerra, emigrando luego otros treinta y cuatro. Mi país de origen me permitió trabajar, llevar una vida decente y acrecentar mi cultura, permitiéndome desarrollar una carrera literaria completamente solitaria y asilada de todo grupo mediático. En realidad, yo provenía de otro medio y formación, que el tiempo demostró, pertenecía a un territorio del pasado. Jamás conecté con la cultura española en boga . Me pareció absolutamente falta de inteligencia, buen gusto y creatividad, en términos literarios, informativos o fílmicos. Era una herencia dictatorial malamente adecentada por una democracia de voto aborregado y silencio compulsivo que penetraba el cuerpo social hasta el último rincón. El tiempo me dio la razón. Residir en Catalunya, atrapada por el pujolismo folclórico de corte medieval , tampoco favoreció una mayor comunicación artística o intelectual con el vecindario. Mis ilusiones de conectar con las viejas tradiciones resistentes y combativas de la Guerra Civil se había dado de bruces con un aburguesamiento masivo y vulgar en todo el territorio.Temprano comprendí que los vencedores del ´39 habían impuesto sus códigos sociales y tabúes hasta en las instancias más lejanas. Por lo tanto, mi literatura fue de resistencia moral e intelectual, indescifrable para los intelectuales españoles. El actual exilio liberador me devolvió a América Latina, en un país promisorio que rezuma ansias de libertad y progreso. Por supuesto no he renunciado a mi compromiso social con España. Ni siquiera con Argentina, mi primer exilio forzoso, pero el compromiso directo hoy es con la tierra de mi mujer: Brasil. 
Mis reservas para con Pablo Iglesias y su gente es la que guardo para con cualquier fenómeno político o social. El recelo es recíproco. Yo escribo y digo cosas diferentes, de ellos y de todos Creo en la reserva extrema de dominio sobre las ideas, la reflexión y el pensamiento de cada uno. La clave es unir constante crítica a la autocrítica más profunda sin dejar de realizar obra es una constante que solo interrumpirá la muerte. Mis libros y artículos del Blog están ahí para quienes deseen consultarlos, junto al compromiso diario y sistemático mediante dos muros en Facebook. Con esas labores, frutos del esfuerzo que desprende el compromiso con mi tiempo, se aprende.Yo al menos aprendí realizando estas labores. Pero, salvo a mi mujer, al menos en este mundo no le extiendo un talón en blanco a nadie.

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