LA CAPA DEL ZORRO

El inminente estreno en Amazon Kindle de "La Capa del Zorro" se producirá en unas horas. 

Diez cuentos autoconclusivos y tres entreactos desarrollan un texto parcialmente autobiográfico, escrito hace tres años, cuando la crisis económica no destrozaba una sociedad plena de contradicciones que parecía dormir el sueño del cierto consumo. 

Sin embargo, nuestros dramas y los de Argentina, latentes o brutalmente manifiestos, aunque permanentes en la condición humana y las relaciones sociales, despuntan con hondura dramática en cada capítulo, dedicado a cineastas, actores, escritores y algún hombre público.

Además de bastonero o maestro de ceremonias, Luciano-catalán hecho argentino-es uno de los dos alter ego del autor que asoman en el texto. Cultor del cinematógrafo y propietario de un videoclub en un pueblito mediterráneo (semejante al que habito), proyecta al maduro y solitario varón de dos mundos, que no sólo narra experiencias propias, sino otras ajenas. 

Más de una de ellas es absolutamente real, con nombres cambiados.

Durante años, además, he asesorado en materia cultural y cinematográfica a universidades, bibliotecas, institutos secundarios y escuelas a profesores, seminarios y maestros, sin disponer de otro local que no fuesen esos centros y mis VHS o DVD, con una importante experiencia, formación cultural y criterio detrás. 

Esa vasta trayectoria y el curso de mi propia vida, repartida entre dos Continentes, conociendo gentes variopintas y viviendo con intensidad mis edades, proyectan en este texto lo que siempre me ha interesado:  el viaje interior de las personas y la sociedad.

En tal sentido veraz, "La Capa del Zorro" articula en su escenografía y ritmo la estructura de diez películas y tres cortometrajes, abarcando varios géneros. Radactar su texto fue una labor experimental muy gratificante. Como en mis otras novelas o ensayos, la Historia está presente. 

Ella y sus avatares son una incomparable fuente de inspiración, marcando el curso de las vidas y su significado.