Estupendo filme en blanco y negro sobre J. J.Hunslecker, un despiadado columnista poderoso en los medios (Burt Lancaster) y Sidney Falco, uno de sus esbirros principales (Tony Curtis).
Al menos una vez al año repaso este "Chantaje en Broadway", del que tantas enseñanzas se desprenden enfocando los medios de comunicación.
El guión cinematográfico de Clifford Odets y Ernst Lehman (basado en una obra del último) no tiene desperdicio. Tampoco su vigorosa e inteligente realización, a cargo del británico Alexander Mackendrick.
El nudo de la historia se centra en los métodos que el cruel sujeto y sus soplón emplean para separar a la hermana del primero, de un joven músico (Martin Milner), integrante en la ficción del conjunto jazzístico del célebre Chico Hamilton.
La invariable bajeza de J.J, su clara pulsión incestuosa enlodando al novio de su hermana con ayuda de Falco, y el universo de roedores y supervivientes de la prensa y el espectáculo que inundan una trama de negro trazo, convierten la magna pieza en imprescindible.
Una constante oleada de odio y desprecio por la dignidad humana salpica esta trama tiburonesca, matizada por diálogos y observaciones profundamente reveladoras. Según J.J "la integridad es como el sarampión; un barril de pólvora presto a ser encendido".
Otros opinan que el columnista más encumbrado de Broadway "abusa del patriotismo y es una vergüenza nacional", el tipo "cuya mano derecha nunca vio lo que hacía su mano izquierda", dueño de "los escrúpulos de un cerdo y el instinto de un gangster"...
Las analogías que desprenden Hunslecker y Falco (maravillosamente interpretados por el siempre vigoroso Lancaster y un Tony Curtis sorprendente) con personajes reales de la prensa y los medios españoles, resultan patentes.
La diferencia radica en que "Jason Jota" (no confundir con Pedro Jota, pues su modelo de entonces fue Walter Winchell) pierde a su hermana, y Falco se gana una paliza de campeonato a manos de su policía grasiento y mamporrero; aunque haya hecho lo indecible por complacer a un amo que desprecia, y le desprecia a su vez.
Entre nuestros J. J. Hunsleckers y Falcos (con políticos torticeros y clérigos de poco escrúpulo agregados) menguan los clientes y abundan los fallos judiciales señalando delitos, y penas a cumplir.
En verdad poco importa que las últimas no crucen la barrera dineraria.
El honor y la dignidad de los calumniados se mantuvieron en alto. En cuanto a las mentiras e inventos- también patrióticos- deslizados en la radio, el papel impreso y la red, o alguna TV francamente menor, el claro retroceso de audiencias y lectores, señalan evidentes mejoras en el criterio ciudadano.
Es una pena que Chantaje en Broadway, rodada en 1957, no sea muy conocida en España.
La visioné el año siguiente en Buenos Aires y aquí la pasaron sin pena ni gloria en la tele. Entonces mi grabadora VHS no se la perdió. Creo que fui uno de los pocos que conservó el tesoro y tan a menudo abrió el cofre. Por eso no me sorprende que la FOX salde ahora a precio de remate buena parte de su edición en DVD.
Debieran visionarla en detalle todos los estudiantes de periodismo, y aquellas personas interesadas en los medios de comunicación y preocupada por sus mensajes, a menudo infecciosos...
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