Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Y ALGUNA COSA MÁS...


Oigo y veo a Rivera mencionar la nueva política que encarna "Ciudadanos", destinada a hacer de España un flamante país sin corrupciones impunes ni fracasos, si les votan. 

Arrimadas, nueva monja Alférez, Villacís, el hoy simiesco Juan Carlos Girauta, y entre otros, su sobrealimentado jefe de campaña, que parece salido del top ten de una compañía aseguradora, nos prometen el nirvana de la paz junto al contrato único, velando por la paz familiar y el discreto asesinato de más mujeres, asunto inevitable a causa de los perversos instintos del ser humano, y no puedo menos que celebrar este márketing de campaña impecable, patrocinada desde grandes intereses. Según Rivera, serán, cómo no, intereses españoles. Esta vocación nacionalizadora, programando nuevas esperanzas, se ve reforzada por la señora Esperanza Aguirre y su valida comunitaria, la Cifuentes, ala diplomática digna de un Pajaro Roc. En Andalucía, otro territorio que destila corruptelas, permiten gobernar a Susana Díaz, ala derecha del PSOE. A la hora de renovar la política no le hacen ascos a personajes patibularios, aguardando nacionalizarlos de verdad con tiempo y esfuerzos. Luego, "Ciudadanos" vendría a ser algo así como un partido redentor de ovejas negras. Muchas de ellas, como Javier Nart, la señora De la Cruz y Toni Cantó, tienen una segunda oportunidad patriótica. Por qué no, si después de todo Luís Garicano, su Montoro local, salió de la FAES, acumulando un dudoso currículo junto a su invariable tartamudez? Defensor de la Transición, Rivera no quiere azules ni rojos. Que el patrimonio de esta España que tanto glorifica quede intacto, menos él y los suyos, incorporados para dignificarlo.Sus modelos de Estado son Dinamarca, Adolfo Suárez y Felipe González (en sus versiones antigua, y sobre todo moderna). Para las comunidades, reservan el sagrado valor del folclore y las fiestas mayores. Es decir, un pujolismo despojado de logrería, rapacidad, y el entierro de la lengua castellana. Fuera de estos valores que consideran sagrados, como el de apoyar a la lista más votada que salga del 20D, y "mejorar" la Reforma Laboral del PP, no hay nada. Si por ejemplo, alguien (que Dios no lo quiera!) abriese con un escalpelo la cabeza de Albert Rivera, o cualquiera de sus lugartenientes, no encontraría nada, salvo instrucciones del IVEX 35 "y alguna cosa más", como diría el señor Rajoy. Desde luego, la de forrarse en el poco tiempo que les dure este invento.

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