Leyendo el excelente libro ("Las Mujeres del Nazismo") de Wendy Lower, mi mente se trasladó a la España de Rajoy y el PP durante este cuatrienio de poder dictatorial, imponiendo mayoría absoluta en las cámaras y el Estado. Con los destrozos sociales del periodo, llegaron la miseria y muchas muertes, junto a la desnutrición infantil y la gente comiendo de la caridad o la basura. Todo eso enferma y mata.
Las damas de alto y mediano copete del PP, siempre bien vestidas y exhibiendo los gustos caros que brinda el saqueo del erario público, actuaron como las nazis en los territorios ocupados por las tropas de Hitler y la propia Alemania. La razón que justificaba el crimen era el odio racial. Ellas tenían licencia para el exterminio efectivo o virtual en nombre de la raza alemana, igual que ciertas ministras y muchas parlamentarias de esta otra horda absolutista, practicando el odio de clase. A las acciones abominables de gentes como Sáenz de Santamaría, Esperanza Aguirre y María Dolores de Cospedal, Ana Mato, Fátima Bañez, Ana Botella o Rita Barberá, se sumaron varias parlamentarias, junto a funcionarias del PP en todas las áreas posible de gobernabilidad. La entonces diputada Andrea Fabra, la del "Que se jodan!" las resume a todas, sin ser la única. De hecho, estas harpías no dispararon sobre nadie, pero la consecuencia de sus acciones cosechó la propia siembra de víctimas. El Caso de Cospedal en la sanidad de Castilla La Mancha es especialmente sangrante, al igual que el de Esperanza Aguirre en Madrid. El día que se pormenoricen las acciones criminales de la Era Rajoy, se documentarán muchísimos eventos abominables de estas mujeres, servidoras de un partido machista y anti social. Convendría sumar a este listado a las falangistas de "Ciudadanos", encabezadas por Marta Rivera de la Cruz, al menos en la intención, no en su consecución... de momento, aguardando nosotros que el momento se reduzca a la anécdota, dentro de un fracaso generalizado de esta formación.
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