Rivera, en su momento de mayor gloria, se proyecta como un nuevo Adolfo Suárez. promoviendo otra Transición, con Pactos de la Moncloa incluidos. La vuelta al pasado del mozalbete es su programa de gobierno. En la práctica, apoyará a cualquier partido que le sume votos. Su jugada en Madrid y Andalucía consistió en apoyar a la derecha de Aguirre, maquillada por Cifuentes, y a la cavernaria del PSOE, Susana Díaz. De paso se inclina con pactar con la fuerza más votada en cada autonomía, menos en Catalunya, con independencia de color o principios. Según él y su banda, es el paso adecuado para regenerar la política local. Él mismo abreva de fuentes contaminadas tras su incursión en la política. Por ello, los cuadros políticos que le acompañan son falangistas. Siguiendo sus pasos, observamos su condena la dictadura de Franco de la boca para afuera, cuidando de no herir sensibilidades afines. Esto lo define-y así lo proclama- como enemigo de "Las dos españas", la roja y la azul. Para esta alma totalitaria, que nació a la política en pelotas, enfrentando el derecho democrático a decidir de los catalanes, según instrucciones del IBEX 35.y el directorio de la UE, la cercanía espiritual con Mariano Rajoy está fuera de toda duda. El problema radica en el tremendo desgaste presidencial, tornando inviable un acuerdo sin más. La fórmula a emplear para conservar todo como está, en un país destrozado y con deudas inasumibles, consiste en hablar de "regeneración democrática", respetando de entrada el principio de "No robar", sin ocuparse de los pobres que saquearon los bancos y la reforma laboral, que suman ya un 30% de la población, ni de las prestaciones sociales que el PP ha machacado estos cuatro años. Todo su lenguaje y el buen planchado de sus blancas camisas, sin corbata, va dirigido a que gente parecida a él le vote.
Si hay una gran porción de españoles que resolvió olvidarse de quienes no tienen nada- y éstos suman millones-su putrefacta formación los representa. Lo que es fácil de entender en esta época de rebajas, pero difícil de perdonar...
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