HASTA QUE EL TIEMPO LO DECIDA

El contragolpe popular al alzamiento militar de 1936 en España encontró poco respaldo mundial. Francia y Gran Bretaña, las mayores potencias europeas con gran influencia continental le dieron el esquinazo. También Estados Unidos.El diligente auxilio de la URSS fue torticero y relativo.El abastecimiento armamentístico se cobró caro, mientras los enviados del Comintern reprimían a los anarquistas, el POUM y los opositores trotskistas,desmovilizando a quienes habían derrotado, en primera instancia el alzamiento: las milicias obreras y campesinas. Solo el México democrático de Lázaro Cárdenas apoyó entonces a la República Española dentro de sus escasos medios materiales, contrariamente a Alemania e Italia, que enviaban con entera libertad tropas y armas al bando faccioso. La aviación nazi bombardeó sin piedad varias ciudades españolas. Guernika fue ejemplo de esta feroz capacidad destructiva. La guerra se perdió, siendo sucedida por una de las más terribles dictaduras del siglo XX. La posterior derrota de Mussolini, Hitler y el japón militarista no salvó a los españoles de Franco y su régimen de oprobio, hambre y muerte. Con el pretexto de su anticomunismo se lo incorporó, tras un tiempo de castigo formal, al concierto occidental. En realidad, España fue punida por los mismos que, en una forma u otra ayudaron a derrotar la República. Solo esa razón ayuda a entender la supervivencia de un régimen asesino e ilegal. Con el mundo en contra, la desmemoria se apoderó de la sociedad por tal efecto. Es más poderoso de lo que muchos creen Los alcances de una gran derrota histórica abren heridas que tardan en cerrar. La transmisión de los horrores vividos forma a muchas generaciones en el miedo al futuro. Puede dolernos hasta la indignación, en vista de lo que hoy vemos, sucede en el país, pero así es, hasta que el tiempo lo decida.