Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

jueves, 6 de agosto de 2015

TAN MAL COMO VIVEN


Para cualquier escritor que publique en papel, el muro de Facebook constituye un medio publicitario más.En cambio, para quienes fabricamos libros virtuales y trabajamos a fondo el muro, no significa nada.Absolutamente. Manda lo que es gratuito, como si la calidad y el esfuerzo fueran dones del cielo, no de personas vivas que comen todos los días. Por suerte, no vivo de la literatura. En su momento fui un editor en papel, endeudado y al borde de la ruina. Mi cierto éxito de público se remite al blog de opinión, muy alejado de aquellos que escriben mucho, sin agudeza ni talento, en periódicos y magazines. Además, y por sobre todo, a que, aunque parezca una burla del destino, soy gratuito, menos en mis obras mayores. 
Factores de molicie cultural y absoluta falta de curiosidad pública determinan que, entre casi 6000 teóricos lectores, sumando los tres muros y el blog, nadie absolutamente, se interese por mis novelas y biografías. Ayer, una de mis "amigas virtuales" festejó lo que colgué sobre "El Código Invisible", refiriéndome al tema y su época. Queda claro que jamás la leerá. Mi lacónica respuesta fue que "el desarrollo literario y conceptual era más importante que el tema". Encantada de la vida lo aprobó. Otra muestra de imbecilidad cultural fue la nota del espacio argentino "Eterna Cadencia" glosando los diez libros más importantes sobre Juan Perón. No solo estaban ausentes los míos, de gran importancia. Faltaban otros, bastante útiles para comprender al personaje, tan votado iconográficamente hablando, aunque poco conocido en la realidad que desborda la mera leyenda. 
Hace no mucho, escribí que "la lectura se había convertido en flamante don humano". Ésta es la desgracia que heredamos de estos años infames, en los que la cultura, en especial la escrita, celebra rituales del ayer sobre autores sepultados, ignorando a escritores vivos de toda edad que seguimos al pie del cañón. Cuando alguno respira aún, recién muerto venderá más que en vida y, para colmo, sin reemplazo posible de lectores que en su época los precedieron. Jamás creí llegar a mis años observando esta catástrofe monumental, seguida de pura necrofilia, pues de entre los que compran aquellas obras maestras, la mayoría no han de leerlas. Durante el Siglo XX surgieron escritores notables, prolongando la tradición de previas épocas. Pero entre los últimos años del mismo y el siglo XXI, los intereses culturales han menguado en todas las clases sociales. En Argentina, por ejemplo, la burguesía y la clase media están a años luz del pasado. Por esa razón la extrema derecha es tan cercana al fascismo y la izquierda es poco potente. No digamos España, donde las élites de ambas márgenes políticas manifiestan claros signos de retraso mental y espiritual. Vuelvo a mi soledad literaria. Lo que para algunos es una desgracia, en alguien como yo alimenta pura rebeldía. Mis reflexiones nutren la sustancia de lo que luego escribo. Eso también espanta lectores, acostumbrados a leer poco y mal. Tan mal como viven...

No hay comentarios: