Anoche sintonicé dos cadenas en las que imperan las tertulias políticas de cierto valor. La menos mala fue la de Iñaki López en "La Sexta", gracias a la hora larga de Emiliano Revilla y su lenguaje claro, desmitificador y directo. Los restantes contertulios, salvando a Salomé García y otra valiente dama, no atrajeron mi atención. Allí estaba, abotargado a la defensiva y más conturbado que nunca, Francisco Marhuenda, el cínico servidor de Rajoy y director de "La Razón", el desquiciado y reduccionista Alfonso Rojo, un apergaminado Sanchez Dragó, siempre reaccionario, y Antonio Martín Beaumont (alias "Balú" en versión Gore), cronista de pago del PP, junto a Eduardo Inda, al servicio de Pedro J. Ramirez y sus páginas amarillas.
Elisa Beni, mujer de Gómez Bermúdez, no cosechó su mejor velada. Tampoco ese conciliador vocacional, que es Carmelo Encinas, exteriorizando a los gritos el combate interior contra su manifiesta dualidad. La mención constante del bando sobre el "Caso Bárcenas" y los sobres clandesdtinos en el Partido Popular, que Raúl Del Pozo publicó en "El Mundo" por expreso encargo de su jefe, se manifestó en las dos cadenas.
Este veterano escriba, ponderado sobre todo por la derecha mediática celebrando una supuesta "maestría", es un "arrepentido" de la izquierda, y autor de novelas poco leídas, que culmina su trayectoria en el trasero del periódico aludido llenando renglones nihilistas. Su actual momento de gloria, equivale al de un mandadero oficioso; nada que ver con el periodismo de investigación y denuncia.
Hay patrones que pagan para que te arrastres por el fango, y él sabe hacerlo...
Otro asunto mugroso pasó por el debate sobre la imputación de la Infanta en el juicio al marido, y los pleitos entre el juez Castro y un insólito fiscal, acusando en silencio claras presiones de La Zarzuela y la derecha, amén del Gobierno que la representa desde el poder.
No me extenderé sobre lo acontecido en el programa que conduce Jordi González, con el auxilio de la poco grata Sandra Barneda. Sus tertulianos son los de casi siempre: Pilar Rahola, Isabel Durán, Javier Sardá, Jaime González, Isabel San Sebastián y, en la orilla izquierda de la víspera, Ignacio Escolar y Margarita Saénz Diez; lo más potable de la emisión. Un Comentario aparte merece María Antonia Iglesias, furiosa apologista de la Corona y antigua jefe de prensa de Felipe González, respirando la atmósfera transicional de un país inexistente, en el espacio.
Las tertulias en España acreditan el brillo mortecino de su sociedad. Buena porción de los integrantes son de pago. Otros, más independientes, no terminan de romper sus lazos con el establishment oligárquico. Al temor de perder empleos en periódicos, radios y emisoras de TV -en manos del Gobierno, los periódicos de la derecha, Berlusconi o los Lara-, se suma una cultura de medio pelo, mechada de oportunismo. Un ejemplo de ello es "Al Rojo Vivo", de "La Sexta", en manos de Lara y el Grupo Planeta. Probablemente, lo mejor de la crítica aguda y veraz lo acrediten "El Intermedio", de El Gran Wyoming y "Salvados", con Jordi Évole y su buena imitación de Peter Falk en "Columbo".
Un pláceme se merece el vasco Iñaki López, guiando el rebaño en "La Sexta Noche". Entre él y Jordi González media la honestidad del primero y el mercantilismo desembozado del segundo. Por ello, le prefiero a la hora de elegir en este país, que vive su peor crisis en medio de la protesta social, casi al borde del abismo.
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