Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

domingo, 17 de julio de 2016

TAN SÓLO DERROTAS

En la cúpula de podemos las reacciones ante el fracaso electoral son diversas, pero en su mayor parte negativas. Pablo Iglesias se apagó de golpe. Siempre sostiene que se equivocó muchas veces sin precisar cuáles y en qué momentos. El Secretario General es un hombre neurótico y voluble, propenso a cambiar de ánimo como de camisa. El chaval de Vallecas, vástago de una familia socialista, carga en sus espaldas aquel socialismo, y también el barrio de Vallecas. Probablemente la separación del padre y la madre, ambos comprometidos con la lucha social, haya promovido rupturas emocionales en su psique. Sin embargo, lo que jamás desapareció de escena en la misma fue su ansia de poder, asociada a una notable frialdad operativa sometida a su capricho. Salvo Teresa Rodríguez y su marido, o Miguel Urban, nadie hace de la autocrítica allí una profesión de fe. El área académica de la formación es la más dañada por esta carencia, a la postre catastrófica para el futuro. La mayoría de sus integrantes desde la cúpula repiten la miserable descarga de responsabilidades en los votantes, o una evanescente culpa, como en el caso del insustancial Juan Carlos Monedero. El ejemplo de Errejón es de campeonato. Horas atrás declaró, como asunto probable en la debacle del 26J, que no se apoyase el fallido pacto PSOE/Ciudadanos postulando a Pedro Sánchez para La Moncloa. Como buen capitulador ante la podrida socialdemocracia, este indivíduo, pequeño y miserable, estima que la ciudadanía no apoyó esa negativa. Iglesias & compañía guardaron posterior silencio. Ante el albur, la figura de este candidato a migrar al PSOE ha crecido en el interior de la formación, ya bastante distanciada del 15M y su fuerza simbólica. De ahí la presencia de Iglesias junto a Sánchez y miembros del gobierno en funciones, homenajeando únicamente a las víctimas del bestial atentado de Niza, y no a los miles de refugiados que se hacinan en el tapón griego (patrocinado por Syriza), esgrimiendo "razones de Estado", cuando sobran razones para estimar de qué Estado se trata en el caso de España.es vasallo y está quebrado. La proclividad a ignorar la dependencia local de Bruselas y Berlín continúa en pie, obrando como si la nación fuera independiente y no una virtual colonia, endeudada frente a acreedores malignos, y con una franja importante de población sumergida y precarizada. La urgencia de pactos de gobierno no obedece más que a la repartija de cargos e influencias.Seguramente gobernará el PP con apoyos limitados de los falangistas de C´s y la probable abstención de los socialistas, sin que Rajoy renuncie a nada. Su ventaja partidaria indiscutible radica en haber defendido a cada corrupto, desde una formación que hace de la corrupción un sistema operativo, con la calidez de un padre ante sus hijos, superando ampliamente a José María Aznar.El SMS a Bárcenas detectado por la prensa nos señala a qué extremo, refrendado, entre otros amparos, por la protección a Rato y la ex alcaldesa Valenciana, bruta y prepotente. Tan "buena mano" no puede ser amputada por la extrema derecha española. Rajoy es ejemplar único, y no reemplazable: el gauleiter ideal para este pobre país. Por ese motivo le votan y, con mucho menos poder que antes, volverá a La Moncloa, mientras un Sánchez sin taparrabos y con las vergüenzas al sol, aguarda la castración definitiva por obra de los zarrapastrosos barones y la Parda Susana. Esta es la triste realidad bajo los Pirineos. La del terrorismo económico social y la sumisión política al directorio de la UE,de derecha a izquierda. En la perspectiva de más recortes y con las pensiones en peligro, camino a la inevitable derrota de cualquier esperanza social y humana.

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