Aguirre escoltada por uno de sus validos, hoy entre rejas
La Sexta Noche se llena de basura con la presencia en plató de Esperanza Aguirre. En general el espacio acumula bastante al servir a intereses abominables.Pero Aguirre llena el container. Solo un país lastrado por la corrupción en sus estamentos económicos y políticos puede tolerar una oferta electoral de alguien como ella. Se jacta de "no haber robado un duro", sin embargo ha patrocinado a multitud de canallas valiéndose de su poder dentro de la banda organizada del Partido Popular y la Comunidad de Madrid. Su fama de "lideresa" confunde la mala uva y pobre formación social, manifestada de continuo, con la capacidad de gestión demagógica, echando mano de elementos venales, obedientes a sus directivas y fácilmente corruptibles. Hace veinte años llegó a gestionar Madrid merced a la venta tarifada del voto por parte de dos socialistas en la Asamblea de Madrid, corrompiendo la villa a conciencia, al entregar a intereses privados parte del patrimonio público. Ahora mismo en pantalla, procede con la arrogancia y el desprecio que la caracteriza. Es probable que, hoy mismo la pesquisa de "Metroscopia" sea veraz, y ella coseche papeletas mayoritarias, aunque sin mayoría absoluta en las vecinas parciales. Se me dirá que Marine Le Pen es igual o peor que Aguirre y cosecha votos en Francia. Pero los de la actual presidenta local del PP desde las previas citas electorales, le habilitaron un poder efectivo y continuado, que ella administró probadamente contra los servicios sociales y el sentido común, beneficiando a intereses privados, entre ellos los hospitalarios y bancarios de diverso cuño, que hicieron su agosto en Madrid.
La política global del Partido Popular y su gobierno parafascista amparó el poder de esta señora, pese a las diferencias que mantiene con Rajoy, siempre incluso y aunque parezca increíble, algo más a su derecha. Su alianza tácita con José María Aznar y la FAES es concomitante con su falso discurso patriótico, que además de torticero rezuma xenofobia. El trazo grotesco y amoral signa cada uno de sus actos y declaraciones.
La derechización política en Europa favorece esta indeseable presencia, insólita en cualquier país sujeto al Estado de Derecho. La vigencia democrática en la realidad española es ínfima y mínima. Trece millones de pobres, parados, estafados y precarizados, conseguidos a través de recortes y constantes destrozos en el tejido social, avalan esta triste realidad.
Si Werner Herzog filmó con realismo la triste huella de sangre y destrozos que dejó a su paso el malicioso y criminal Francisco Lope De Aguirre (1511-1561) en su búsqueda americana de El Dorado, desde la España actual, Esperanza Aguirre, afectada por una manifiesta fiebre de poder hizo otro tanto, sin derramar una sola gota de sangre. Parte de las 100.000 almas de cuerpo enfermo y mal atendido que abandonaron este mundo durante el gobierno de Rajoy, le deben, sin embargo, el viaje al más allá. El título del presente artículo se inspira en el otro Aguirre, "La ira de Dios", según Herzog y la Historia. La señora Aguirre merece ser su Cólera.
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