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Amazon retiró mi libro saqueado, "La Piel de los Dioses", de su tienda Kindle. Se reitera así la victoria sobre la piratería en este caso. Pero el combate contra ese veneno, que tantos insisten en colar sin darnos tregua, debe proseguir, encarado sobre todo por sus damnificados. Yo, antiguo y moderno escritor, saqueado en mis libros, escritos y formulaciones desde mi entrega a la literatura y la reflexión, respaldaré cualquier acción de mis colegas al respecto, sin importarme su condición mediática, bisoñez o veteranía. Los esfuerzos intelectuales y emocionales no reconocen esas matizaciones. Además, esta labor cuenta a su favor con el pleno reconocimiento de las leyes del Copyright.
En la mañana de hoy, encontré en el Gmail un mensaje, chalanero en el tuteo, del responsable de "Digitalia Hispánica", señor Lluis Claret, atribuyéndome comentarios falsos sobre su empresa. Por toda respuesta le remití el diálogo, sostenido en el privado de Facebook, con sus socios de "T&B", descargando ellos sobre la piratería virtual la responsabilidad del saqueo. Me estaban invitando a que investigara. Seguidamente, la pesquisa que hicimos con mi mujer sobre los servicios de la empresa desde la red, permutando la puesta en páginas de libros virtuales por "regalías", acreditaba varios títulos impresos años atrás por el zoco de los Tejero, entre ellos treinta y cinco y el mío. En lo posible envié a varios de sus autores mi escrito de denuncia. Otros no aparecían en ninguna parte.
Al sucinto mensaje girado a Claret, agregué un "No Comment".
Que se arreglen entre ellos. A mí me basta con la saludable reacción de Amazon, y el haberles dejado con el culo al aire, pues también de eso se trata. Los corruptos deben ser marcados a fuego. Para ellos no caben olvido ni perdón. Es preciso que sean ejemplo de lo que hay que extirpar del Arte, la Literatura, y cualquier disciplina o ámbito de la vida social.
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