Fuera de las respuestas que dio anoche
Rubalcaba quedaron las grandes protestas de los colectivos,y sus
movimientos organizados que no doblan la cerviz. Sólo mencionó a la
gente en las calles que escupía a su paso, o le arrimaba dramas,
dedicando sentidos elogios al Jefe de Estado, regio protector de
delincuentes. Habló sin darse por enterado de que los dos partidos que
han gobernado España son los pálidos
actores de la escena social, no sus protagonistas; si bien aún mandan
formalmente en medio del descrédito, perpetrando nuevos desastres contra
sus ciudadanos.
Esta deliberada ignorancia, compartida por los
tertulianos de anoche en "El Gran Debate", salvo un par o tres de
excepciones (que tampoco se ocuparon del asunto), representan el final
de un ciclo, no claro, la catástrofe última, más cercana de lo que ellos
creen; aunque la promuevan desde el poder o la oposición tan
alegremente, mirándose el ombligo.
Uno de los más sucios de Europa.
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