Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

viernes, 8 de marzo de 2013

EL ESPEJO ROTO


El problema hoy para millones de españoles es la deriva europea, asociada al desarrollo imperial de unos pocos países sobre el resto. Esto es posible gracias a gobiernos vasallos, representados por políticos que responden a las minorías de siempre, hoy en plena crisis y, por ende más voraces y desatados que nunca. Las víctimas del sur y el este europeo son las clases populares, de continuo expoliadas y desprotegidas por cualquier servicio público en ruinas, o el frecuente desahucio. 
El destino de España se proyecta aciago a causa de una serie de factores que acentúan la devastación y el empobrecimiento. Su desarrollo, basado en el turismo y los servicios, carece de una industria significante.  El ladrillo fue un respiro momentáneo de base crediticia que hoy debemos pagar caro.
Sin tejido industrial, multiplicador de áreas productivas, se explican nuestros 6.000.000 de parados; muchos de ellos ya sin prestación y en manos de la caridad, o la tentación del robo y el crimen.
Esta vulnerabilidad se expresa puertas adentro en la escasez de su mano de obra cualificada, y el bajo valor agregado de su producción global. Agrava el cuadro la sujeción al euro, barato para Alemania y sus satélites, oneroso para los países del sur. El déficit fiscal y el pago de la enorme deuda pública (y lo que es peor, privada, que el PSOE y ahora el PP admiten a pie juntillas), lastran cualquier esfuerzo para resolver dramas que parecen eternos en perspectiva de futuro. 
El desarrollo no se inventa. Se lo concibe en base a planes racionales que van realizándose uno detrás de otro. Ahora mismo, el viejo esquema productivo es el que determina una clase política floja, insuficiente y en parte corrupta. Es la que sucedió al franquismo y la idea de país subalterno, y por lo tanto dependiente. El Partido Popular es su mayor paradigma, pero si gobernase el PSOE no nos iría mucho mejor. Así lo perciben muchos ciudadanos, por eso al monumental desgaste de este elenco reaccionario y parafascista no se opone un crecimiento en estimación de voto favorable a la socialdemocracia. La falta de cualificación política es parte del galimatías cultural y estructural.
Si esta Europa declina, volviendo a otra Edad Media territorial de nobles y vasallos, habrá que providenciar otra desde cada país en serias dificultades, uniendo fuerzas. No voy a mencionar de nuevo a los camaradas de ruta que acompañan nuestra creciente miseria. Pero si la concentración de la riqueza y una inmensa mayoría de pobres asume tales proporciones en Europa, algo habrá que hacer; en principio con la maldita moneda asimétrica, a la vez que administramos los medios materiales existentes para equilibrar nuestra sociedad, invirtiendo la ruta que conduce al despeñadero. Desde España, que no es un pequeño país de bocado fácil, podremos conseguirlo, en la medida que nos desembaracemos de este Gobierno, horrible e insensato, y sus inconfesos aliados. Son el resultado de un mal camino, sembrado de falsas ilusiones que nos retrataban potencia en el viejo espejo, hoy hecho añicos...

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