CUNHA Y ROUSSEFF: UN AMOR DE CLASE
La putrefacción de la política brasileña alcanza un grado de hervor impresionante. El paranoico Cunha no solo es un reputado delincuente,propietario de decenas de inmuebles y con cuentas secretas millonarias en dólares, repartidas entre Suiza ,
,EEUU y paraísos fiscales; sus mordidas y comisiones son 27 veces superiores a lo que ha declarado oficialmente, y es, hoy por hoy, una de las grandes fortunas del país, controlando además el PMBD en su carácter de Presidente cameral de la agrupación mayoritaria en Diputados. En realidad, nada lo separa éticamente de Lula y Dilma Rousseff. Por ello, a cambio de apoyarlos, soslayando el impeachment presidencial, consigue una inmunidad temporal escandalosa. El desplome del PT, dividido ante éstas y otras graves cuestiones, semeja inevitable. Esta clase política, fruto del abandono militar del poder, presenta una oligarquización brutal, con miserias materiales y morales bien expuestas, en este país sin sanidad, ni educación eficiente para una población enorme, sometida a los nuevos destrozos neoliberales de Levy y compañía.
,EEUU y paraísos fiscales; sus mordidas y comisiones son 27 veces superiores a lo que ha declarado oficialmente, y es, hoy por hoy, una de las grandes fortunas del país, controlando además el PMBD en su carácter de Presidente cameral de la agrupación mayoritaria en Diputados. En realidad, nada lo separa éticamente de Lula y Dilma Rousseff. Por ello, a cambio de apoyarlos, soslayando el impeachment presidencial, consigue una inmunidad temporal escandalosa. El desplome del PT, dividido ante éstas y otras graves cuestiones, semeja inevitable. Esta clase política, fruto del abandono militar del poder, presenta una oligarquización brutal, con miserias materiales y morales bien expuestas, en este país sin sanidad, ni educación eficiente para una población enorme, sometida a los nuevos destrozos neoliberales de Levy y compañía.
A diferencia de Argentina, los represores militares que gobernaron a su antojo durante décadas, a sangre y fuego, no han sido juzgados por el supuesto cambio democrático. Sus sucesores viven muy bien, amparados por sueldos elevados y prebendas estratosféricas. Los ecos del crecimiento exportador y los débiles beneficios sociales se desvanecen al compás de la caída internacional de los precios, y la política neoliberal en curso, procurando la oposición de extrema derecha, que sea el gobierno servil quien aplique los ajustes necesarios en el nuevo cuadro económico y social.
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