CARAS & CARETAS

El PSOE prepara un cambio societario. En vez de aprovechar la menguante debilidad de "Podemos", escogerá a "Ciudadanos", formación promocionada desde todos los flancos del sistema, ante el fracaso popular del PP, condigno con el triunfo efectivo de sus brutales destrozos, frutos de la desmemoria, el atraso y la sumisión en este país sin industria, y con una élite política franquista. Se imponen así, los consejos del mafioso Felipe González, brindados bajo cuerda a Pedro Sánchez y su comitiva blandengue y errática. Este giro realista a la derecha, acompañado por la desunión de la izquierda y los fieles servicios de "Podemos" a la causa, era de esperar, aunque a mediano plazo provocará nuevos brotes de radicalización social, descalabrando los resultados globales de centro derecha que augura el 20D en una sociedad partida en dos; paradigma del retroceso social y político más importante conseguido en esta Europa neoliberal, sofocada por el puño de hierro alemán y el gran capital financiero. Ante semejante presión, la porción social mayoritaria con derecho a voto elegirá conservar lo que tiene. Sucedió en Grecia y se reiterará en la franja hispana de la península ibérica, no sin serias protestas y movilizaciones una vez pasado el mal trago del voto dirigido, y su impacto en un país que, al impulso de parados y precarizados- que ya suman catorce millones de personas-, resistirá en una forma u otra lumpenizarse de todo. 

Sin bola de cristal a mano y con el miedo frenando cualquier audacia social y económica, asistiremos a una versión "light" del Partido Popular, ensayada con nuevas mentiras y engaños. Las recetas del PSOE, Ciudadanos y Podemos están a la vista. Esta hoja de ruta reclamará a la población nuevos sacrificios, tan canallescos como los de Rajoy, valiendose de sus reemplazantes transitorios. Augurar que la juventud sonriente de Sánchez, Rivera e Iglesias van a cambiar algo, es como creer que las cebras vuelan o las ratas se higienizan a diario. Llegan a defender privilegios, con menos márgenes de maniobra que el PP. Pues si de algo ha servido la última estafa política perpetrada en esta España de pandereta y sardana durante cuatro trágicos años, más los restos fósiles del último Zapatero que a ellos dieron lugar, es para no confiar en nadie que venda humo. Vale incluso para los votantes conservadores, viendo la voracidad de los más poderosos. Quienes apuesten por la regeneración del sistema barriendo la corrupción, serán decepcionados. Pues a estas alturas, la corrupción es el sistema mismo, que depreda y expolia a los más débiles. Un ejemplo es la estafa de las Preferentes, restando votos conservadores al tinglado político-bancario. Dudo que nuevos ayuntamientos progresistas irrumpan en escena. El reflujo social y político, visible en las últimas semanas- llegó para quedarse, activando un nuevo tiempo de voracidad. Esta élite política ha probado que sabe atajar los malos pronósticos, renovando caras y caretas de la corona para abajo. 

De momento, el peligro de un Frente Social Republicano desaparece de escena. Eso permite a la oligarquía local un respiro necesario para su intento de perpetuar la estafa de la Transición y su corona de latón, mientras la Europa Alemana y el paneuropeísmo se consolidan. Hasta nuevo aviso, claro está. Y estos, son de los que llegan cuando casi nadie los espera.