Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

miércoles, 29 de julio de 2009

UN ARGENTINO POCO EJEMPLAR

El inefable Posse, diplomático de carrera, escritor de ocasión.

En "La Nación" de la fecha, vuelve este ayo de Eduardo Duhalde a su verborrea lenguaraz. La exhibió en un restaurante madrileño ante compatriotas suyos y míos, a raíz de un "Encuentro del Barrio de las Letras", patrocinado entre el Ministerio de Cultura que regentea Mauricio Macri en la Capital argentina, y la Comunidad Madrileña, en manos de la reaccionaria Esperanza Aguirre.
Mediando rico mantel y esgrimiendo un pretendido halo de gran escritor y opinante, farfulló despectivos comentarios sobre la encrucijada política austral.
Según él, los Kirchner son responsables de todo o casi. Sumiso nada menos que ante el mediocre responsable del suplemento literario del latoso diario ABC, rompió aguas reafirmando su cultura europeista ante los malones que asolan su tierra y otras (léase, cómo no, la Venezuela actual).
Fustigador de los que atacan bienes agrarios con "criterio leninista", se descuelga burlón ante el "vuelo de la Reina" (Cristina Fernández, Presidenta de la Nación ungida por el voto popular) en pos de rescatar a Zelaya (idem en su tierra) para el pueblo hondureño, habida cuenta del zarpazo oligárquico perpetrado con auxilio militar.

Su defensa numantina de los predadores negocios españoles en la Argentina, no tiene desperdicio.

"Observé que el fracasado vuelo de la reina había agregado un sentimiento de riduculez que sorprendía a los españoles tanto como las trapacerías de la negociación con Aerolíneas, las trampas con Repsol y el esfuerzo de un gobierno in articulo mortis para consolidar negociados como el de Telecom y "cubrirse" en la retirada como una banda de pistoleros provincianos y novatos que hubiesen querido asaltar nuestro de Fort Knox de adobe".

Preclaro avanzado de las bondades duhaldianas mediante las que Argentina restañaría sus heridas y pondría remedio a sus males, este snob setentón y "bien pagao" denostó a su país ante una serie de personajes que representan lo más penoso y decrépito de nuestra aldea.

Es como si la crisis que dispara el paro de este país hasta cifras desconocidas, y su crecientes índices de pobreza, no existieran para su entendimiento.

Volviendo el ojo hacia los talerazos seudopatrióticos del dandy, le acreditamos flamígero... como una pulga.

"La política y la perplejidad habían ganado la dulzura del postre.¿Qué responder? ¿Cómo justificarnos de la realidad de un gran país abandonado a las manos de los peores?"
A "Los peores" supo dedicarles en el 2003 encendidos elogios que guardan las hemerotecas.

Ante los ponderantes comentarios destinados por los asnos vernáculos del mantel madrileño a la cultura criolla, e invistiéndose de ser tácito embajador del ejercicio ( ubicua maña que conoce a fondo); el amigo de Videla y Massera remató sus reflexiones empleando florituras tan vacuas como encanalladas. Manifestándose compungido ante "la contradicción de escuchar los mayores elogios de Buenos Aires y nuestros artistas, sin poder dejar de avergonzarnos de gobernantes que son motivo de sonrisa y de risa. Los españoles conocen detalles y anécdotas y las repiten y comentan como los eternos cuentos de gallegos que eran moda en la Argentina."

Mal puede avergonzarse quien no tiene vergüenza. En cambio, la mía pasa por destacar la contradicción que existe entre el torrente de ediciones vacuas que brotan de nuestra industria literaria, y el real valor de la cultura escrita con letra mayúscula.

La que aquí no existe. Y que para un tipejo como Posse (lector contumaz de este espacio, me consta) pesa tanto como las plumas de Pavo Real que él y otros tunantes agitan de tanto en tanto.



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