Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

miércoles, 10 de junio de 2009

LA DIFERENCIA ESTÁ EN EL SENTIMIENTO.

La imagen de Novecento refleja lo que guardo en el corazón.
Hay una gran diferencia entre el desencanto de los "arrepentidos" y los autocríticos de mi especie.
Con ellos median fronteras bien defendidas.
Yo no reniego de las luchas sociales y las conquistas proletarias o campesinas. Desde mi liberalismo de izquierdas creo en la democracia inclusiva. Durante cinco largos años fui obrero textil, de la construcción, el cuero y el metal. Trabajo desde los ocho años, y a partir de los trece he pateado las calles vendiendo latitas de conservas, gorros de piel de ocelote, limas de platino y sobre todo, libros que en general no he dejado de leer un solo día de mi vida.
Es de dominio público que la gente humilde es más generosa que la opulenta. Desde hace veinte años trato con maestros, profesores y bibliotecarias. Nadie se hace rico enseñando o atendiendo a los lectores que llegan a una biblioteca de pueblo o Universidad.
En las fábricas, escuelas, librerías públicas o institutos secundarios, me siento como pez en el agua. Mal podría yo haber edificado una empresa, y no es que critique ese aspecto tan creativo de la iniciativa privada.
Pero lo mío cuela más con la privacidad, que con la propiedad y su extensión pública. Es una limitación mía que asumí desde siempre y de la que no reniego.
En contrapartida, disfruto de viajar y conocer gentes que enriquecen mi experiencia vital. En materia de riqueza material, soy pobre. En otros órdenes no tanto.
La crítica del troskismo y su fundador la hago desde una perspectiva liberal y democrática. De paso, remuevo las tumbas que sepultan mis errores y los de varias generaciones. Es preciso hacerlo con vigor, sin apartar del corazón y la firmeza del pulso, el combate por las causas justas.
Ni en mis libros ni en mis blogs descubriréis una sola traición a estos principios. De hacerlo, ruego me lo hagáis saber.
Con argumentos y fundamento, desde luego...

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