Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

domingo, 21 de septiembre de 2014

VENCER EL HAMBRE. LA PRIMERA VICTORIA DE UN GRAN PAÍS

       
                                        LA MEJOR CANDIDATA POSIBLE


 Brasil salió del mapa de hambre de las Naciones Unidas. Es una gran noticia que aguardábamos conocer. Lo que veo en esta tierra, no lo observé en ninguno de los paises en los que viví o visité. Su gran patrimonio es la gente. Conocerla es quererla. Aman a su país y eso les brinda una formidable seguridad interior. La vivacidad del pueblo llano en las calles contrasta con la cierta sombra masiva que envuelve a sociedades mucho más desarrolladas. Me hace recordar a la Argentina de los años del primer peronismo, vividos por quien escribe desde 1948 a 1955. No me refiero al consumo de la época, sino a ese orgullo nacional que allí fue perdiéndose, a causa de la división social y los dramas políticos, dando lugar a penosas patrimonializaciones sectoriales. 

No es que las fronteras de clase sean inexistentes en este otro gran país. Pero, de hecho, hay factores irresistibles de democratización social en esa mezcla no conflictiva de razas y colores. Los altos niveles de delincuencia existen en todos los ámbitos. La diferencia con España es que aquí al poderoso que pescan delinquiendo nadie lo salva de la cárcel. Esa es una lección civilizada de cómo funciona esta joven democracia, que ningún aventurero/a podrá desviar de esa ruta al pleno desarrollo. Vencer el hambre es un gran paso adelante en esa dirección. Los últimos nueve años de Lula, Dilma y el PT cambiaron el mapa, pese a las corruptelas que sacudieron sus gobiernos, y la cierta crisis económica actual. Eso puede corregirse. Lo que no tiene remedio es caer en manos de la receta neoliberal, en sí misma perpetradora de la mayor de las corrupciones posibles, al desequilibrar socialmente cualquier Estado, transfiriendo gigantescos recursos impunemente, desde los asalariados al poder financiero de bancos y corporaciones, reforzando la influencia de Washington 

Aquí el Tea Party, tara de la globalización capitalista, existe, repartido en porciones entre grandes corporaciones, partidos políticos y medios de prensa, siendo patente en los grandes
cotidianos como "O Globo" y "Follha de Sao Paulo", o la revista "Veja". De momento, tienen de su lado a la burguesía y la clase media alta. Ellos apostaron por Marina Silva, el sombrío juguete, apto para ser manipulado instrumentando sus planes. Algo más consistente, Aecio Neves es un opción de recambio. El resto tiende a respaldar al PT. 
Apuesto por esa salida, y creo que también la mayoría de brasileños. Los márgenes de error de quien no es adivino pueden fallar, no obstante. De hacerlo, sería una inmensa tragedia para la República Federativa de Brasil y América Latina.                                        

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