Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

lunes, 15 de septiembre de 2014

LA CRISIS CREATIVA



El affaire con los miserables de "Eterna Cadencia" (o "Carencia") reitera la hondura de la crisis creativa que afecta a la literatura hispanoamericana. Venden humo, los que humo son. Gentes sin criterio, y con una falta de honestidad absoluta. Este bache, muy generalizado entre editoras, agentes y autores, permanece intacto desde hace más de un cuarto de siglo, salvando la cantidad de basura que va acumulando, equiparándolo a un contenedor cultural. De mis viajes a Buenos Aires intentando vender un vasto texto sobre Perón y su tiempo-antes y después de editarlo en Barcelona- guardo un mal recuerdo. Fui timado por el dueño de "Corregidor". Antes lo había sido por tres residentes de ese origen en mi tierra (Bengt Oldemburg, Julieta Lionetti y el bien muerto Horacio Vázquez Rial). Aparte, existió menosprecio y ninguneo con otros ladrones del mundo editorial. Lo de estos farsantes de la "Cadencia", reitera esa atmósfera malsana, donde el humo, las sombras y la apariencia, finalmente rota en pedazos, desempeñan protagonismo en la escena. Detrás, asoman lacras históricas y debacles emocionales masivas y jamás superadas. No son exclusivamente argentinas. En España se vive más de lo mismo, y hasta con peores consecuencias en el área social.

Mi refugio en Amazon Kindle es el mejor destino. Soy dueño y señor de mis renglones, y con mi mujer, responsables de su esmerada publicación. Tener pocos lectores no me preocupa. La época de retroceso histórico, de naturaleza moral y política en todos los campos, veda mayores avances.
Lo importante para nosotros es creer firmemente en lo que hacemos, sin desviarnos un ápice de convicciones muy arraigadas sobre la calidad y los contenidos a realizar. Eso compensa con creces nuestra falta de lectores y versiones de papel que nos permitan llegar más lejos. Quizá si fuéramos menos rigurosos y exigentes lo haríamos, aunque a cambio de ceder parte de los principios que determinan nuestra singularidad. Sería una traición de mal pronóstico. De hecho, afectaría nuestra obra. Y creemos, está muy bien como está. Sin mover un punto y ninguna coma.

No hay comentarios: