LA CULTURA QUE FRIEGA LOS SUELOS

El transformismo de Jesús Cintora le lleva a incorporar la opinión, en su espacio matinal, de Santiago Niño Becerra, un ex vecino de Vilassar de Mar, y catastrofista carente de sensibilidad social. Para este tronco la economía son cifras redondas no vinculadas a las personas. En vez de echar mano de Juan Laborda, que sí lo hace, y estupendamente, o incluso hasta los neokeynesianos, que sin ser gran cosa cuestionan este rumbo catastrófico de la economía y la sociedad, escoge por presiones (que acepta con mucha cara dura) este frégoli, un representante liberal, con mucha prensa en la Catalunya de Más, Mas Colell y "La Vanguardia". En paralelo, en el Ritz le montan a Pablo Iglesias una provocación usando al desquiciado camarero con la hija sin papel higiénico en Venezuela, que él encaja sin inmutarse, mientras los de segudridad demoraban su intervención. Para qué fue allí. Era necesario meterse en la boca del lobo, pese a la invitación? Bien, su concurrencia a Intereconomía durante mucho tiempo lo explica. Hoy el provocador tiene presencia y voz en "Las Mañanas de la Cuatro". Increíble pero cierto. Todo ello, es consecuencia de que en España la cultura política friega los suelos. Lo de Podemos es auspicioso, sin duda alguna, pero en la fuente de sopa cunden las moscas.