Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

miércoles, 13 de noviembre de 2013

LA TRAGEDIA PRESENTE

Ya lo reseñé en previo artículo, es Rajoy quien instrumenta a Wert: no al revés. En manos de su gobierno, nadie, ni siquiera los que mandan en Europa y el mundo moderno, respetan a España, ni a sus ciudadanos.
Hay países aque se ganan el descrédito universal que cargan sobre sus espaldas. Leer hoy los principales periódicos locales, o repasar las tertulias en radios y TV produce a los demócratas de verdad un profundo asco.
Me temo que actualmente seamos pocos en esta tierra quemada, donde el 28% de sus almas y cuerpos viven sumergidos en la pobreza, con expectativas a la baja. Un país de viejos estafados o saqueados, y jóvenes sin porvenir, manejado por políticos incompetentes, y malvados en su gran mayoría.
He vivido atmósferas similares en Argentina, durante el tercer peronismo y las dictaduras militares que, antes y después se sucedieron. En común con esta trágica época española, acreditan aquellas el imperio de la asfixia social, el miedo y la resignación de las grandes mayorías.
La base del despotismo acredita esa raíz, de maligna entraña suicida.
Se me juzgará un exagerado en la comparación, pero en cualquier caso será un problema de mis jueces, no el mío. La diferencia con la Argentina de ayer, es incluso más favorable que esta penosa realidad de hoy, y aquí, porque la tradición de lucha sindical y las batallas políticas que eran un patrimonio austral, no existen en España con la significación que aliente una próxima esperanza.
El problema continental del paneuropeísmo alemán agrava este cuadro atroz; acentuado por la extrema debilidad de la izquierda social y política.
Tampoco la temulencia izquierdista es un patrimonio exclusivamente local, aunque aquí lo padezcamos en grado superlativo.
La sombra del franquismo sociológico invade y doblega el corpus social, por eso gobiernan Rajoy y sus miserables criaturas brotadas de una pesadilla, sin que ninguna fuerza política significante les dispute el poder. Sin duda, favorece esta hegemoná la encerrona económica del capitalismo financiero global, vaciando de contenido las pocas reformas democráticas que sucedieron a Franco.
En este marco, el peor posible, la salida inmediata para muchos será oxigenarse emigrando. Durante el fascismo y los nazis muchos europeos lo hicieron, fecundando la cultura y el trabajo de otras sociedades más avanzadas. Los republicanos españoles de la posguerra civil, junto a los fugitivos de la hambruna impuesta por los vencedores, son ejemplo al respecto. Lo mismo aconteció durante la ocupación alemana y la infame regencia del mariscal Pétain en Francia, amén de otros casos. Esto último es lo que acontece en la España actual. Rajoy, Rubalcaba y Mas, o Rosa Díez y Albert Rivera son los que rigen el pulso político actual, desde el mando o el pretendido relevo, cuando el PP y sus abrumadoras basuras culminen la descomposicion que les despoja de votantes y comparsas.
Son los modernos Pétain de Merkel y sus satélites. Lacayos obedientes y atildados del parafascismo bárbaro.
Mencionaba antes la sumisión y el servilismo de la sociedad política y sus opinantes con el genocidio social que se desarrolla en este país, y buena parte de Europa, sujeta al modelo teutón de desarrollo...asiático o africano para nosotros.
Sólo las voces de múltiples colectivos beligerantes surgidos de la sociedad civil resuenan con fuerza, sin articularse políticamente. La soledad de los Cañamero, Sánchez Gordillo y los Fernández (el valiente diputado de la CUP que enfrentó a Rato en el Congreso, escandalizando a sus obedientes o conciliadoras señorías) es una trágica realidad. La peor posible y, por desgracia, no la última, en caso de soslayar el programa combatiente, y el consiguiente grado político de organización que le ponga fin.

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