Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

domingo, 17 de noviembre de 2013

APRENDIZAJES CASEROS

Visiono a Rajoy en Canal 24 soltando sus letanías vacuas y redundantes ante las Nuevas Generaciones del PP; otro pálido show de círculos y aplausos cerrados que retratan el encapsulamiento de este gobierno-basura y su corroído aparato partidario. Una frase referida a la cultura de los jóvenes del registrador de la propiedad metido a presidente, llama mi atención: "El ejemplo familiar dispone la base cultural posterior de cualquier ciudadano". Más o menos eso dijo, más rudimentariamente vertido, por su lenguaje afectado y plano, pero el caso es que me retrotrajo inmediatamente a la imaginaria casa paterrna de Rajoy, y las castraciones a las que desde allí fue sometido mediando rígidas normas disciplinarias. Una amalgama de fobias destinadas a la pobreza y la indefensión, glorificando el credo de los poderosos. Ésta fue su turbia atmósfera; la que le formó como lo que hoy es. Un sujeto obediente con los que mandan, naturalmente peligroso para las instituciones democráticas y el Estado de Derecho en momentos de crisis. La Europa actual y el fracaso socialista precipitaron el irresistible ascenso de este individuo y los tipos de su especie en España. En realidad, gobiernan con piloto automático, cumpliendo puntualmente crueles directivas que llegan desde el extrarradio. Incluso desde esta regla de manual, común en estos días aciagos, Rajoy y su banda organizada cumplimentan, según la OCDE, el peor y más incapaz elenco gubernativo de Europa. El fondo del pozo no les inhabilita, empero, para festejar, en sus juntas y verbenas congresuales o partidarias, este triunfalismo que no sólo las basuras de Madrid proyectan, vacuo y miserable en su tangible realidad. Da la sensación que dichas celebraciones de coto cerrado no hacen sino prologar el próximo derrumbre electoral del proyecto empobrecedor y sus gestores. Faltando aún dos años para el fin de la legislatura, la podredumbre oficial impregna todos los rincones de este castigado territorio.
El entierro llegará, antes o entonces. Pero cuánto más duren se acentuará el estropicio de las conquistas sociales y la calidad del empleo. No el de ellos; aunque pinten bastos para su conservación. De la que deberán rendir cuenta todos sus beneficiarios. Es lo que quizá no instruyeron a Mariano Rajoy Brey en su casa. Aunque nunca es tarde para aprender, o sucumbir sin hacerlo jamás, en medio del desprecio público y la privada vergüenza.

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