Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

domingo, 6 de octubre de 2013

LAMPEDUSA Y NOSOTROS

     Los ataúdes de Lampedusa anticipan los que vamos sumando en esta Europa criminal.



Las víctimas de la tragedia en Lampedusa son ya 143. Nacionalizadas por decreto, mientras los supervivientes afrontan encierro concentrado y multas, antes de ser deportados sin contemplación. 
Esta, señoras y señores, es la Europa comunitaria, la que padecemos los más indefensos bajo la falsa máscara solidaria, al fin arrancada por la brutal dictadura monetaria del poder financiero mundial y sus representantes locales. 
A "democrática" merced de ellos, la alargada sombra de la muerte no sólo alcanza a los hambrientos de Africa y el Magreb. Cuentan los nuevos muertos propios de la Sanidad en ruinas, de la precariedad existencial en avance, y consiguientes los males sociales que enferman hasta morir sin remisión. 
De momento, la rebelión ciudadana, existente en franjas considerables, no alcanza para detener el genocidio local. Sus ejecutores gozan de mejor salud política que la esperada; aunque el Gobierno criminal, desde el Presidente hasta el último mono de este circo del terror sean aborrecidos por las grandes mayorías. Para nuestra desgracia, sin líderes ni alternativas viables ahora mismo, el destino pinta bastos. 
La condición para que surjan, mientras nuestros jóvenes talentos emigran sin cesar, es enfrentar este paneuropeísmo retrógrado, echando el freno al pago de la deuda soberana, verdadera soga del ahorcado. Buena parte de ella es privada, siendo la pública un velado enigma a revisar en detalle. Además de ser impagable y absurda toda ella, debemos negociar a cara de perro sustanciosas quitas. Hoy nadie habla del asunto, ni siquiera Izquierda Unida, atascada en el parlamentarismo y la perspectiva de un pacto "a la andaluza" con el PSOE.
Son meros juego florales, porque la coyuntura requiere el vigor enorme de un programa social encabezado por líderes adecuados a la circunstancia del enfrentamiento duro, con una política antisocial de largo recorrido. 
Las encuestas publicadas hoy en "El País" no sólo descalifican a Rajoy y Rubalcaba. Cayo Lara cae en la volteada, víctima del descontento de un importante sector de IU. Lo mismo sucede con el centro derecha de UPyD, una improvisación política de la Historia que es "ni chicha ni limonada". 
Respecto de las fuerzas independentistas en Catalunya, sucede otro tanto, aunque no haya encuestas fiables aún. ERC, por ejemplo, reverencia esta Europa decadente y objetivamente criminal. Muchos como yo no creen en la estafa, perpetrada sinuosamente en los últimos quince años, y con brutalidad extrema los seis últimos, por Alemania, sus aliados y sirvientes locales en los gobiernos de España, Grecia, Irlanda, Italia y Portugal.
Las víctimas locales que se van sumando en estos países empobrecidos no precisan ser nacionalizadas cínicamente, como los despojos mortales de la tragedia en la costa italiana. Pertenecían a una clase media estable que dejó de serlo para ir muriendo con todas las esperanzas de un futuro mejor. El drama de antes y ahora, es que el ayer no lo controlaban ellos, sino los mismos que ahora imparten órdenes o las obedecen, en nombre de la ley del más salvaje y depredador. A ellos, agentes de la globalización que enferma y mata, cabe enfrentar y derrotar desde esta Lampedusa ampliada en tierra europea.

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