Gran
batifondo por el dictamen de Estrasburgo. La Asociación de Víctimas,
encabezada por Ángeles Pedraza se indigna con el fallo y la blandura de
Rajoy, entre la espada y la pared ante la puesta en libertad de presos
etarras, abolida la Doctrina Parot, y el inapelable fallo.
A ello se agrega el efecto colateral de violadores y asesinos a los que se cargó la difunta Doctrina, puestos en libertad, habiendo ya cumplido previa condena.
No voy a defender los crímenes de ETA; una organización terrorista
derrotada al fin por la sociedad, aunque todavía conserve armamento en
desuso.
Haciendo memoria, me pregunto sin embargo, qué fue de los
responsables que organizaron aquellos Escuadrones de la Muerte del GAL,
que secuestraron y asesinaron jóvenes vascos bajo patrocinio
gubernamental en la era González. También de los que hoy, mediante
crueles recortes, tarifas siderales y sonadas estafas bancarias empujan a
millones de ciudadanos a la desesperación y el hambre con toda
impunidad "democrática", sin que nadie pague por ello.
Siempre,
aclaro, lamentaré a las víctimas de cualquier terrorismo, pero
justamente, es por esa razón que me interesan los seres vivos. En
especial los que hoy corren peligro de perder la vida por hambre,
desnutrición y enfermedades que ya no se atienden si no puedes pagarlas.
También de las familias desahuciadas que duermen en las calles y comen
en los nuevos "restaurantes de barra libre" que hierve en los
contenedores, o de la caridad mendicante y deshonrosa que promueve este
gobierno insensato y objetivamente criminal con la expresa bendición de
la Curia.
Es otra forma de terrorismo, y de la peor, porque asume
un abierto carácter social. Con la nueva Ley Wert se completa la
pauperización cultural de la clase media, y la malformación mental de
niños y jóvenes, futura mano de obra esclava en un país sin derechos
sociales ni laborales.
Cuando desfilan ante mis ojos los miembros de
este gabinete soltando barbaridades que ofenden la inteligencia, o las
escenas congresuales de mayoría absoluta y floja oposición, veo
peligrosos depredadores políticos. Gente mayoritariamente insensible,
que parece habitar otro mundo. Lo terrible es que pertenecen a este, y
encima les pagamos un sueldo para que nos machaquen y jodan en todas las
formas posibles.
Nadie de ellos empuña pistola ni pone bombas. Pero
los efectos bárbaros de su accionar se palpan a diario mediante nuevos
decretos que cercenan derechos a mansalva. Derechos de personas vivas,
dignas de su lugar al sol, que esta innoble gentuza sumerge en la sombra
de la indignidad limosnera, el paro infinito o, de últimas emigrar o
quizá delinquir como perspectiva de supervivencia.
Si esto no es
terrorismo puro y duro, que baje Dios y lo vea. Pero ni falta que hace.
Todo está a la vista en esta sucursal del infierno. Un retorno a la
posguerra por efecto de esta dictadura parlamentaria, sus conocidos
patrocinadores, los cómplices de turno y, todo sea dicho, la sumisión
ciudadana. Pieza capital en cualquier reino del terror y la injusticia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario