Urdangarín & mentora, invitados de luxe a la boda Lara /Brufau.
No
faltó nadie a esta boda. Ni siquiera Urdangarín y la Infanta, sonrientes
y desvergonzados ante los flashes, como si nada fuera a pasar con los
pleitos de la aventajada parejita que dirime el juez Castro; el mismo al que unos
mandados en la sombra espían, calumnian e injurian, embadurnando con mierda el
portal de su casa.
Tampoco eran los únicos miserables a quienes se inmortalizó en esta boda oligárquica,
auténtica alianza de poder entre la riqueza de los que mandan hoy,
desde el parné de los grandes negociados y la política española.
Rajoy y su bonsai monclovita, el rudimentario ministro catalán de
Interior y Ana Pastor, la de Fomento que no fomenta nada, encarnaron la
troupe oficial. Pero había más, e igual o peor, aunque es difícil
empeorar el listado tan alto que ha puesto el mandatario plasmado y sus
crueles marionetas. Jordi Pujol & señora, jefes del clan que
gobierna en Catalunya entre putas y ramonetas, compartieron saludos y
plácemes con Eduardo Zaplana y otros prominentes cacos del PP.
Es
de cajón que mediando bueyes independentistas mezclados con los otros de
la Grande, Libre y vasalla no hubiese cornadas, ante un magno
acontecimiento que desvela la hondura del palpable contubernio.
No
voy a repasar el listado de irreverentes maducantes y cavernarios que
asistieron al evento. Para eso bastan las hemerotecas, o las coloridas
páginas de "Hola". Pero el que los señores Lara y Brufau, capos de los
medios y la industria, en los esponsales de sus hijos convidasen el acto
de presencia del patibulario ex basquetbolista y su cómplice/mentora,
resume la moral y el pitorreo de los que hoy cortan el bacalao en este
reino de opereta que se ha convertido el Estado Español. Con sus tres
poderes en manos de los peores y menos competentes, empobreciendo sin
remisión a sus ciudadanos en nombre del Cuarto Reich.
"La
justicia"-dijo alguien no hace mucho "es igual para todos". Le faltó
agregar el "nosotros". Y el friso sociológico que retrata este evento,
al igual que otros del pasado, más o menos reciente, lo reafirma con
creces una vez más. La justicia, el poder y los bienes materiales. Todo
les pertenece: vidas, haciendas, trabajo y salud, restadas al bienestar
ciudadano.
Eso creen, mientras no se demuestre lo contrario. Y por ahora fardan de ello...
No hay comentarios:
Publicar un comentario