Escenas YouTube de una comedia romántica de Mario Camerini y Mario Soldati, con el napolitano Vittorio de Sica, en 1932. En ella, su voz estrenó "Parlami d´amore, Mariú", un tema luego célebre en las versiones de Tino Rossi y Mario lanza. Estas secuencias demuestran que el fascismo no detuvo las características posteriores del cine peninsular, plasmadas en el Neorrealismo.
Uno de sus grandes directores fue De sica, quien, de versión peninsular de Cary Grant, pasó a constituirse en uno de sus genios, sin perder la enorme habilidad de comediante en otras comedias muy populares, con Gina Lollobrigida y otros grandes característicos. Él mismo era todo un personaje de novela costumbrista. Jugador empedernido, Vittorio tenía dos hogares, habitados simultáneamente durante el día y las noches, hasta el retorno al original en las madrugadas, donde lo aguardaban su mujer legal y una hija en común. La otra, era la española María Mercader, su gran amor y madre de su hijo varón, luego actor y muy parecido a él.
A mi juicio, los filmes neorrealistas de Vittorio emparejaron en calor humano al mejor Chaplin.Orson Welles quedó maravillado ante obras como "Sciusciá" (Lustrabotas), "Ladrón de Bicicletas" y Milagro en Milán", citado hace unas horas por Isabella Toschi. No fue el único genio en rendirle tributo.Su colaboración con el escritor Césare Zavattini alcanzó instantes gloriosos en esas, y otras obras maestras, Como "Umberto D", sobre la penuria vital de un maestro jubilado y su cachorro.
Los dramas humanos de la posguerra, parejos a los que hoy viven muchos europeos e inmigrantes, trazan rutas de semejanza que los devuelven hoy mismo a la actualidad. Quizá, en tal sentido, los mejores discípulos de De Sica, entre sus varios seguidores, hayan sido Mario Monicelli, Dino Risi y el Federico Fellini de los comienzos, luego estragado, como Antonioni, por el simbolismo y la modernidad. Hoy perdido, el Neorrealismo que fundaron gentes como Vittorio y Roberto Rossellini requiere ser revisado y actualizado con fervor.
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