Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

martes, 7 de julio de 2015

VIVIR O MORIR

 
   Un par de usureros canallas



La cadena se rompe desde el eslabón más débil, y Grecia constituye el de esa cadena financiera de alto voltaje, enlazada a los grilletes de esta falsa Unión Europea, la gran estafa que la Alemania unificada montó en el siglo XXI, mediante disciplina prusiana, con la previa creación del Parlamento Europeo, su Banco Central, al servicio de los países ricos y acreedores,con el IV Reich en el comando operativo,instrumentando el Euro, la moneda asimétrica e invención diabólica, pieza clave para la disciplina fiscal de los deudores sureños, reforzando el cepo que vincula dichos grilletes al cuello de los empobrecidos ciudadanos, la voluntaria colaboración del FMI y Washington. 

Una vez rota la cadena por el claro veredicto del pueblo griego, habrá, según la gélida bruja Merkel, que sitiarlo por hambre y más miseria, como castigo ejemplar y advertencia a España, Portugal, Irlanda e Italia. Para esta gentuza, es una mera cuestión de negocios. No de moral para Merkel, Schauble y sus socios, porque sencillamente desconocen la hondura de su existencia. Han seguido las crueles enseñanzas de Hitler, masacrando países de otra manera mediante la dominación, que comprende su control social y los recortes forzosos, afectando el magro estado de bienestar en varios territorios endeudados. La colaboración de los nuevos Gauleiters o Quislings locales -como Rajoy, Passos Coelho o Renzi-, poniendo el hombro y los traseros bien penetrados en la destrucción de sus propios países, ha sido pieza fundamental para esta gigantesca y letal operación. Son gente acostumbrada a vivir del erario público y la corrupción, mediando con empresas y monopolios una vez en el poder, por la vía del propio aparato partidario. Salir de esta Europa criminal, suerte de argamasa estaliniana y neonazi, de soporte especulativo y parasitario, es menos doloroso que permanecer en ella, porque es aquí mismo, en el tenebroso reino paneuropeo, donde no hay futuro. Solo dolor y muerte temprana en un viaje de retorno al siglo XIX. 
Los griegos deberán mirar al Este, Asia y los países sudamericanos.En cualquier caso será un camino difícil para un país arruinado, aunque no espiritualmente como probó el domingo, para asombro y ejemplo del mundo entero. Allí está la auténtica supervivencia. Quienes sostienen que más allá de la muerte no hay vida, son justamente quienes la causan, o los que prefieren morir en la vergüenza, conservando lo poco que les separa de la ruina actual de los griegos, rechazada de plano por el referendo democrático del domingo. Una gran lección para políticos que se autotitulan justicieros, haciendo circular las monedas falsas de la sumisión, que ruedan por este desdichado continente sin brindar divivendos, gracias a la carencia de líderes con capacidad de programa social, unidad, decisión y valor, para resolver, por las buenas o las malas, esta perversa negación de que la tierra es para todos, y no para unos pocos. 


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