PRIMERA VICTORIA DEL OXI

Atenas, cuatro horas atrás.

Incluso una hoja basura como el diario "El país", de empresa española que depende de los bancos, con una deuda impagable, habla de "victoria rotunda del OXI griego". Más de veinte puntos de diferencia reiteran una voluntad que proyecta, en materia de vigor, la decisión del pueblo heleno en relación con su propio gobierno reformista, al desestimar su estrategia última. Es una lección histórica de hondo calado que, de hecho sacude la impotencia y desánimo que atenazan el futuro del sur europeo. En principio, ha tallado la voluntad popular en un país sitiado por los neonazis financieros y sus cuantiosos medios materiales. Ellos y no sus líderes actuales han señalado una ruta de navegación. Son los nuevos Ulises cotidianos, y de ellos hay que aprender, a la hora de restaurar derechos democráticos, enfrentando un enemigo menos poderoso que la debilidad de quienes se someten a su voluntad. El "hic rodas hic salta" marxiano se produjo en Grecia, gracias a la mayoría de sus ciudadanos, hartos de maltrato, las miserias constantes, y el viejo saqueo. Debe completarse con medidas drásticas, no con los paños tibios de Syriza y su cantata proeuropea. Este falso orgullo territorial de supuesta hermandad, no puede continuar disfrazando la verdadera relación de clase entre explotadores y explotados, hoy llevada a los extremos más sangrantes por la mayor fase criminal del capitalismo.