Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

miércoles, 23 de diciembre de 2009

GUACHADAS...










El derrotado Abel Possando para el fotógrafo. Los Kirchner S.L. y Norberto Oyarbide, un juez fraterno con el poder.

El término "guacho", voz indígena en su origen, propia del lunfardo criollo en Argentina, define comunmente a los hijos ilegítimos. El estigma no ha sobrevivido en la cotidianeidad de la aldea global. Sí en cambio la "guachada", propia de hijos de mala madre. Es como decir "hijoputez", deslizándola más sibilinamente en la fonética.

Activando el introito llegan noticias que reavivan los estigmas. O sea, las "guachadas". La de más actualidad precipitó el fallido o renuncia al cargo de Abel Posse, un hijo de su respetable madre cuya designación en la cartera educativa de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por oficio de Mauricio Macri, levantó polvaredas insuperables.

Positivo es que lo sean a esta altura del partido. Que Posse opte por resultar fatalmente desinvestido en breves jornadas es el producto genuino de una protesta popular y educativa que remite el extremo de la caverna al pasado. O sea, no se puede pensar y glosar lo que el sujeto en cuestión, siendo ministrable en la Argentina de hoy.

La derrota incontrastable alcanza de nuevo al ambicioso Macri y al gran valedor de su ayo, señor Duhalde; triunfante en un juicio reciente de honra, honor y presunto narcotráfico, perdedor fuera de los juzgados.

Quienes se libran de la picota por ahora son los señores Kirchner, merced obra y pirueta de un magistrado ampliamente cuestionado. El señor Oyarbide les ha eximido de enriquecerse descomunalmente en las últimas temporadas presidenciales.

Quién los considere inocentes que levante la mano apostando perderla en caso contrario...

Muchos argentinos calibrarán este fallo eximidor, provocado por previa finta del mismísimo Juez, como una escandalosa maniobra de absolución compulsiva, realizada de prisa y corriendo ante el nuevo cuadro parlamentario.

A mí me lo parece. Los oscuros antecedentes de Su Señoría en los prostíbulos masculinos de los años ´90 (fuente de sus problemas en la época) no le hubieran autorizado la posterior magistratura en cualquier país civilizado. Argentina lo es, aunque parcialmente por efecto de su penosa fractura social, el drama económico parcialmente solventado, y la cuestionable elite política, apacentada en el privilegio y las distancias del hambre o la marginación.

No obstante, las señales de reacción y emergencia desde la base ciudadana, presentes en varias movilizaciones, campañas blogueras y amenazas de huelga fundidas a un clamoroso repudio a Posse, anuncian nuevos tiempos en los que, la impunidad y las "guachadas" (simétricamente proporcionales a las "gauchadas" del noble paisano exaltado por José Hernández, aunque desfiguradas por el toma y daca de amos, caciques y lacayos) pasarán a mejor vida, y con ellas los mariscales de la corrupción.
No es fatal que ocurra aunque sí probable, de acuerdo a la breve vida funcionarial de Abel Parentini Posse y el Gólgota que enfrenta la recta final de su desamparada vejez.
Os lo habéis trabajado a pulso y con desdeñosa soberbia, canijo chambelán, fracasado flautista de Hamelin que ni a "Bartolo" llegabais.
Ahora toca el cadalso...

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