Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

domingo, 6 de diciembre de 2009

ERNESTO SANZ: UN NUEVO GALANTEADOR DE CORTE RADICAL.

Ingeniero hidráulico de profesión, helo aquí de cuerpo presente al nuevo jefe del radicalismo.


Beneficiado por un reportaje de "La Nación" se explaya este cincuentón sobre el estado actual de la política y el rol que cabe a su añeja formación.

Lo que llama la atención no es su confianza en Cleto Cobos ni las distancias que guarda con Eduardo Duhalde o la descarriada Elisa, sino su definición del kirchnerismo como fuerza extraña al peronismo.

Obvia lisonja de aroma frentista para con los enemigos internos de la alicaída pareja presidencial y su corte, desconoce el fenómeno que invoca.

Los Kirchner son tan peronistas como el realmente finado Herminio Iglesias, el políticamente finado Carlos Menem, el recio Pino Solanas, y todos, absolutamente todos los que se dicen "justicialistas".

La diferencia de todos ellos con Perón es una sola. Durante sus presidencias (incluida la tercera y tan breve) el Líder desarrolló una política socialmente inclusiva. Desde Menem hasta hoy, pasando por la gestión de personajes como Chacho Álvarez (asociado al "Frepaso" desde la caracterización peronista) y la posterior de Duhalde se remitieron a gobernar para minorías.

De no ser así, el pago no estaría cómo está.

Perón transformaba fuerza de trabajo marginal en otra organizada con pagas aceptables y servicios sociales y asistenciales agregados. Además, los millones de incluidos en el reparto de la torta nacional le votaban sin reservas. En cambio, los votos de Menem o incluso los de Cristina Kirchner están viciados por grandes porciones de hambre, violencia social y exclusión; complementadas por el fastuoso enriquecimiento y la corrupción de estrictas minorías (entre la que se cuenta los "K, S.R.L.").

El peronismo clientelar ha sustituido hace rato el paternalismo social de la "Comunidad Organizada" y el gigantesco encuadramiento sindical desarrollado con inusitado vigor en el periodo 1945/54. No incluyo la beneficencia de la "Fundación" creada por Evita. De hacerlo transformaría las contemporáneas labores sociales del peronismo y las coplas de Cristina en bromas pesadas.

Ahora brota de las grutas radicales Sanz, lisonjeando a un peronismo imaginario. De paso invoca su propio "Yrigoyenismo", entreverándolo con las bondades del hijo de Alfonsín y las de ...Cleto.

¡Vaya con el nuevo mandamás del viejo tronco radical! Muy viejo en vista de la rama. Demasiado, en su visión oficial de los asuntos públicos.

Por ahora este Ernesto sin la importancia de llamarse, deberá conformarse con el arrinconamiento del Ejecutivo por el nuevo reparto legislativo operado en las Cámaras.

El drama de esta nueva mayoría es la de siempre: les falta cohesión. Representan intereses opuestos o muy diferenciados a la hora de presentar iniciativas y votarlas.

En cambio, los K siguen siendo primera minoría. Es lo que advierten con alarma Morales Solá, Grondona y otros pequeños vigías lombardos. Se salva del epíteto (no de otro más ajustado a su personalidad de sujeto vanidoso) Abel Parentini Posse, graznador anticipado de un triunfo que su amo (Duhalde) no conocerá. Asimismo tacha de sumisión machista la alianza de la Presidenta con su antecesor y socio todoterreno.
¿Intentará conquistarla el que fuera "bello" ejemplar, impulsor de un rearme de las Fuerzas Armadas para defender el Atlántico Sur?

En otro artículo de estas neblinosas horas el señor Rosendo Fraga, consultor mayor de la derecha más rancia, refiere con fingida perplejidad el pujante "desarrollo humano" que registra en cifras el país, en contraste con el ratio social; por los suelos.

No aclara que parte del "desarrollo humano" ha sido viciado y encanallado por él y sus amigos militares y civiles durante años, empobreciendo el cuerpo social hasta extremos grotescos.

Por su banda, el optimista Horacio Verbitsky augura una transformación social importante gracias a los subsidios familiares otorgados por "su" gobierno.

No hay tiempo para que la siembra del terreno, esparcida a las corridas ante el adverso albur electoral, dé sus frutos. Tampoco caben en la destartalada canasta de poder las reacciones obstruccionistas que se le crucen por esa cabezota querulante y maquinadora al atribulado Néstor; aunque el ex jefe de la inteligencia montonera sea capaz de sugerirle unas cuantas.

El caso es que, a pesar del claro retroceso de esta versión oficialista del peronismo, ni las otras, o aquellas que se reclaman liberales a secas, han conseguido presentar una alternativa con futuro para la República.

Para el galanteador hidráulico Sanz, el porvenir es Cleto. Ese funcionario que desconoce la ética que supone la renuncia al cargo cuando la disidencia con su mandataria/o, así lo impone, por tradición y decoro republicano.

Si así fuese, les arriendo la ganancia...


1 comentario:

parcass dijo...

Hola Joan:

Realmente Ud hace un excepcional analisis de nuestros politicos y opinadores.Desde tan lejos.

Felicidades!

Ramon c

PS: tenga en cuenta que tengo muchas diferencias con sus posiciones,pero siempre lo leo.