El mafioso grande y el pequeño: Arturo Fernández junto al pequeño Nicolás.
Las hazañas del pequeño Nicolás nos revelan el primitivismo intelectual del PP, su gobierno y los variopintos cómplices.
Montados en su tenebrosa fantasía de crueles locos sin honor ni dignidad, acometen acciones ridículas en las que cualquiera que pertenezca a esa corte corrupta y criminal, sea maduro o imberbe, cuela "por la gracia de Dios" en sus tramas, forjadas en la apariencia y el validar la superficie de las cosas como indisputable verdad. Trágico para millones es lo que perpetran y ridículo, aunque saquen tajada, lo que pretenden aparentar y perpetuar. Cómo tolerar un segundo más de nuestras vidas ser gobernados y esquilmados por estos monarcas de la picaresca? Cómo no introducirlos a todos juntos en un corral bien alambrado para puercos de Estado, que chapoteen a sus anchas en un fango sembrado de sus "brotes bordes-verdes", que dejen por fin de salpicarnos? Lo de este chaval entrenado para robar es muy serio.
Muchos comentarios de la prensa se toman a broma lo que es reiteración contumaz de una tragedia. El pequeño Nicolás no nació de un repollo, sino del putrefacto sumidero donde el privilegio, el saqueo y la arrogancia hacen su agosto, fabricando mentiras que parecen verdades, para muchos incautos que aún disfrutan de privilegios, aunque sean menguantes y la hora de perderlos se avecine. En España, muchos de los grandes chorizos actuales fueron pequeños Nicolases que pasaron inadvertidos en las entrañas del monstruo que acechaba, y que casi nadie quería, ni podía ver. A este otro le tocó la china de una mala época. Quería volar como una mariposa cargada de veneno (La Monarca o Danaus Plexippus) y se quedó en pobre gusanillo de anécdota. Por desgracia, otras se han vuelto poderosas e intocables. Los ejemplos cunden. Esto no se arregla con jueces honestos. Lo de Ruz y Castro reitera lo que antes Baltasar Garzón.
La máquina de formar nuevos cuadros más sólidos está intacta en los tres poderes del Estado, siendo preservada con celo desde el exterior. Hoy, sus agentes son los que monopolizan el poder.Teóricamente les queda un año de vida política. Pero los que hay detrás del escenario, representando intereses poderosos, no están dispuestos a tolerar esa brevedad, esquivada durante 37 años por el atraso patrio y la maldita herencia franquista; encima coronada.
Entre Nicolás y sus mayores, miembros de una casta destinada a esquilmar ciudadanos, la diferencia es pequeña, no él y sus muchos padrinos en esta España mafiosa e indecente que nos toca padecer. A menos que la gente en la calle manifieste su masivo hartazgo, dando vuelta la tortilla.
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