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lunes, 29 de diciembre de 2014

ATRACCIÓN FATAL



El giro centrista de "Podemos" lo reacomoda como tercera fuerza, por debajo del PSOE. Mucha gente que apostó fuerte al comienzo, por un cambio radical, advirtió que la formación de Iglesias va camino a convertirse en una versión "máquina del tiempo" del PSOE, y para ello, basta y sobra la marca de origen.Las últimas fintas de su líder máximo proyectan una reiteración modernista del viejo fenómeno González a comienzos de los años ochenta, y su paulatina asimilación a lo peor del régimen. 

Esta capitulación verbal ante Felipe II y los villancicos del carajo no me llenó de asombro, sino de asco. Le pasó a muchos españoles. También los cambios en el programa económico promovido por los académicos Navarro y Torres, y la performance siempre ruinosa de Juan Carlos Monedero. 
Al parecer el ADN nacional continúa reflejando una tradición de derechas notable. Que el PP llegue al 30% de votos en la pesquisa de "El Diario" lo confirma. El descenso de "Podemos" lo hace, no sólo en cifras, sino en vigor, empuje y una claridad conceptual que empieza a proyectar los remiendos políticos e ideológicos del reformismo más tibio en España. 
Un repaso a las tertulias que dieron fama a Iglesias, sobre todo las de aquella felizmente desaparecida "Intereconomía", anunciaba este giro al centro. Lo que sucede con estos catedráticos establece la diferencia entre lo que se enuncia con audacia y la realidad medrosa que les invade. La Historia demuestra que no hay cambio político y social sin una economía próspera, y éste no es el caso.
España es un país endeudado, sin industria ni petróleo, y con una deuda soberana, -en buena medida fraudulenta-, monumental, e imposible de honrar. Su economía es poco dinámica y precisa financiarse constantemente a través del crédito internacional. La sujeción al euro y la política neoliberal de la UE, impuesta por la economía más vigorosa del IV Reich, cierran el cepo de esta prisión europea. 
La tolerancia de la sociedad vernácula con un gobierno corrupto y asesino, fruto de una enorme estafa electoral, no parece casual. Tampoco que el nacionalismo catalán o vasco sigan boyantes, y formaciones como Ciutadans y UPyD, colaterales reformistas del partido gobernante, sigan en liza. E incluso este PSOE sin vocación socialdemócrata y con un líder de papier mache,entregado al baloncesto, los programas de la TV basura y el escalamiento de modestas cimas, remonte cifras.
Todo lleva a pensar que el capital intelectual y moral de España está trufado de conformismo. Generaciones enteras han sido formadas en la desmemoria y la conciliación de intereses opuestos, por la famosa Transición y su veda republicana. De no ser así, las cifras de esta pesquisa serían otras. Otra muestra de conservadurismo generalizado, es que, siendo Rajoy y su pandilla prácticamente insostenibles, puedan alcanzar las generales en medio de una descomposición brutal, autorizándoles fabular, con descaro y prepotencia a gusto, esgrimiendo una burla canalla que titulan "Recuperación", acompañada de decretos represivos de gran calado. O que en Catalunya, el heredero y sirviente del gran chorizo Pujol, superando en su cruel gestión al frente de la Generalitat los recortes del gobierno central, prosiga siendo favorito para los votantes. 
Con más del 30% de ciudadanos viviendo en la pobreza y 1,7 millones sin trabajo a la vista ni prestación social, la apuesta política por el centro sigue en cabeza en el país más desigual de la CEE. Lo capitaliza la derecha con disfraz centrista, desde luego. Y "Podemos" no ha escapado a esta atracción fatal, ni siquiera en la mención inaudita del "Jefe del Estado" y la más imbécil de "los villancicos", que al señor Iglesias "le hacen tilín", según confesó, embargado por el espíritu navideño y sus deseo de adecentarse ante los factores de poder que tanto criticó. 
Hoy se está trabajando desde los mismos por un cambio político, ante un gobierno que "ya hizo los deberes" empobreciendo la sociedad, y creando la ilusión de que, muerto el PP se acabó la rabia."Podemos" entró en ese infame "Juego de Tronos"(serie favorita de Pablín) Nada más torticero y falso, cuando el virus contamina a gran parte de la sociedad, en un país que marcha a la deriva, sin ajustar de verdad sus cuentas con el pasado.

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