Para los que interpretamos las lecturas, el perpetuo ocultamiento de las víctimas que huyen de la guerra y la muerte en Medio Oriente, buscando una tierra prometida que no existe, supone algo aterrador en materia de insolidaridad. Europa se ha convertido en un nido de ratas, donde los poderosos y sus políticos mandados explotan a los desahuciados y carenciados, cuando no les condenan a una lenta extinción, perpetrada a base de sufrimientos constantes. Son tan letales como los que padecen los refugiados sin destino, pero se notan menos, porque la prensa en papel está en manos de amanuenses que obedecen dictados espurios. Estimo sinceramente que la creciente desigualdad y esta xenofobia constante conducen a la guerra. Las clases dominantes han conseguido partir en dos sociedades como la española, la griega y la italiana, y ahora van por la francesa, erigiéndose el Cuarto Reich en eje dominante de este tinglado asesino. Imposible, de momento, es destruir electoralmente esta fuente inagotable de despotismo y criminalidad. Funciona a base de sembrar el terror, controlando los medios de comunicación, contando todavía con una base de masas pequeño burguesa tan potente como la que respaldó el nazismo y el fascismo.
En España, por ejemplo, los votantes de derecha suman más que los de izquierda. Este auge del despotismo funciona ya en América Latina, copiando el modelo, centrado en Washington y no en Berlín como núcleo dominante. El TIPP es la ecuación económica global destinada a reforzar esta trama siniestra. Cómo romper tan fuertes lazos de poder económico? Es una incógnita que no puede resolver ningún analista, a menos que acredite el don de la adivinación. Lo que sí nos dice la Historia, es que ningún poder económico y militar sobrevive a las convulsiones sociales que provoca. Ningún poder, por más medios materiales que reúna, puede resistirlas.sin retrotraernos al Imperio Romano, la Alemania de Hitler es un claro ejemplo. No el único. Repasaba las otras tardes los dos magníficos volúmenes de François Fejtö sobre la Historia de las Democracias Populares, edificada por la URSS en europa del Este. De sus políticos y jerifaltes no quedó nada en absoluto. Apenas figura Gorbachev como su enterrador. La URSS es un recuerdo al que pocos desean volver. Y de éstos que hoy cortan el bacalao en Europa y los EEUU, mezcla de burócratas pseudo democráticos, tampoco quedará, más que el rastro de sangre, sufrimiento y dolor que están causando sus turbios manejos de los seres humanos en este siglo XXI. Ningún poder basado en la injusticia social y política se sostiene en este mundo. Los que hoy lo ejercen debieran saberlo, pero la codicia usuraria les nubla el raciocinio. La única forma de frenar este impulso genocida y revertir las tornas será sangriento, no electoral. Lo que demore en sangrar definitivamente lo decidirá el porvenir. No haré apología del terrorismo. La única, la desarrollan ellos objetivamente, y de seguro pagarán mañana por lo que hacen hoy.
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