Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

sábado, 27 de marzo de 2010

LA COBERTURA SOCIAL DE BARACK OBAMA.



En la columna: la vida cotidiana en Afganistán e Iraq. Por último, el gran charlista y Presidente Obama, impulsor de la nueva cobertura médica y sostenedor de la intervención norteamericana en los dos paises (e índa máis).
Sin duda alguna constituye una importante reparación para los ciudadanos de la Unión esta reforma que, no siendo lo que se proyectaba, da cobertura médica gratuita a mucha más gente. Pero siendo los EEUU una democracia "para sí", con poca a conexión ética con el universo no puedo menos que destacar sus tropelías en Iraq y Afganistán (las últimas perpetradas con el concurso de tropas de la OTAN, entre ellas las españolas).

En aquellas tierras, castigadas por el colonialismo, dictaduras de todo laya e invasiones soviéticas o norteamericanas (así fue en tierra afgana) sus habitantes no cuentan con cobertura médica ni social. Sometidos al estandarte antiterrorista los irquíes y afganos siguen atenazados por la presencia de tropas extranjeras que regulan, más allá de gobiernos locales corruptos o títeres al uso, la vida social "garantizando" la seguridad.

En el Occidente desarrollado podemos ufanarnos de tener cobertura médica y asistencial, tan asegurada por el Estado de derecho como la libre expresión y el sufragio. Sin embargo, hoy por hoy un 25% de la población mundial no cuenta con tales garantías.

Para los ciudadanos norteamericanos el triunfo de Obama y parte de su Plan supone un claro avance social. Sancionada la Ley mediando una feroz lucha con el fuerte estamento político y económico conservador, el mandatario consiguió presidir al fin -tras un año perdido en fallidas componendas- una emotiva ceremonia en la que luego de mencionar con emoción a su madre, fallecida por cáncer años atrás, sumó la presencia de otro hijo más pequeño y de familia humilde (Marcelas Owens), víctima de otro dolor reciente al perder la suya.

La importancia en la instrumentación de los símbolos sigue distinguiendo al populista afro americano, una vez atravesado el tortuoso rubicón congresual. Lo que no puede remediar su sentido de la piedad, en tanto representa a una potencia mundial aún hegemónica, es la naturaleza imperialista del país que gobierna.

El terror yihadista y el cuco Ben Laden son productos de la injusticia universal, y la marginación de vastos sectores del planeta. Estos asesinos brotan de atroces realidades y en ellas se desarrollan como los moscardones y alimañas que sobrevuelan o reptan predios abonados por el hambre, la sangre, la destrucción, las plagas y el dolor.

Por ende, el festejo de una mayor presencia de control y garantía estatal en el reino de la propiedad privada y los derechos individuales no debe llamarnos a engaño. De ella se benefician muchos norteamericanos, mientras otros, armados hasta las cejas por el Alto Mando desarrollan acciones bélicas contra pueblos indefensos con el pretexto de defenderles y resguadar América de nuevos "11-S". En tal sentido es necesaria la mayor cohesión social; aunque no para vulnerar los derechos de otros pueblos. Y por desgracia, eso vienen haciendo sus "democráticos" gobiernos desde fines del siglo XIX.

Basta cruzar la frontera mexicana para observar aquello que la potencia del vicio norteño destina al Sur en esta cruel división hemisférica del trabajo, o aterrizar en la Honduras post electoral, patrocinada por la diplomacia norteamericana y sus sicarios locales, contra la opinión mundial y la de casi todos los países que integran el subcontinente.
Esa es la otra América; la del patio trasero trufado de basurales donde malviven los pobres; víctimas mayores de cualquier temblor terrestre.
Para muchos latinoamericanos hasta esos pagos no llegará otra cobertura que la del manto de la muerte.

miércoles, 24 de marzo de 2010

DOS PAISES Y UNA MEMORIA HISTÓRICA PENDIENTE.




Dos personajes empeñados en mantener encendida la llama votiva de la memoria histórica. En solitario el Juez Garzón, y Cristina Fernández (con uno de los cuatro padres de desaparecidos que recibieron ayer un galardón) durante el acto en la ESMA.

En uno y otro caso, la distancia que separa España de la República Argentina se unifica en el creciente clamor que exige la verdad histórica.
Una parte de ambas sociedades se opone. Quieren preservar la gloria de sus crueles ancestros e ídolos a toda costa. El acorralamiento del Juez Baltasar Garzón por parte de la derecha mediática y el Partido Popular responde a esta voluntad. Quieren deshonrarlo echándolo de la judicatura, aunque no sólo por esa causa. El caso Gürtel destapado por su celo revela grandes corruptelas en el conglomerado, y es probable que la presunta víctima de la contraofensiva haya brindado algún pie maloliente a los verdugos. Ha ganado demasiada fama y millones para que sus enemigos en la judicatura hagan oídos sordos a los cantos de sirena de la derecha española; en auge gracias a la crisis económica y el creciente número de parados.

El vigoroso e incorruptible Garzón, dueño de un ego monumental, es en realidad un mediocre instructor. Sus faltas cuentan en este entramado, y basta rastrear la Red para anoticiarse de los fallos y fallas. Yo mismo le he criticado en este espacio por algún infortunado comportamiento. Sin embargo, ha emprendido causas avanzadas de repercusión planetaria; entre ellas, contra represores argentinos amparados por la derecha en las dos orillas. Eso nada ni nadie lo puede borrar.

Son muchos los interesados en dejar entre nosotros todo como está. Me refiero a la Transición, y el pacto entre fascistas reconvertidos e izquierdistas aburguesados. Este juez es un grano en el trasero del sinuoso entramado inmovilista, favorecido por el retroceso del PSOE y la izquierda en las encuestas, gracias a los malos números en diversos órdenes.

En la Argentina los vientos de cambio favorecen por contra que la Memoria Histórica avance, en aceptación y procedimientos. Víctimas también de tradiciones erráticas y prácticas corruptas, de las que a ellos competen son plenamente responsables, los señores Kirchner respaldan este ajuste de cuentas con el pasado. Es, se me dirá, una forma de eludir las del presente y ello resulta incontrastable. Con menor impronta oficial el Gobierno socialista español apoya a Garzón y la Memoria Histórica, convertida en ley aún débilmente formulada y poco aplicada. Es lógico que el honesto José Luís Rodríguez Zapatero procure compensar errores y fallos de otra especie mirando un futuro libre del pasado ominoso.

Ya lo dije en el anterior post y lo reitero aquí. Los móviles de un acto objetivamente justiciero por parte de ciertos personajes pueden ser menos diáfanos que sus enunciados.

Depende de quién o quienés se hagan cargo del patrocinio y también de la masividad social que lo imponga, más alla de maniobras y cálculos electorales.

Al fin de cuentas, la materia humana y sus irregularidades son menos importantes que el imperio de la justicia y la verdad.

El acto realizado en la antigua ESMA refuerza objetivamente estos valores; incluida la exigencia de las pruebas de Adn para los retoños "adoptados" por la señora Herrera de Noble, propietaria del diario "Clarín". La puntada sin nudo de la Presidenta contra sus enemigos, tras la detención del Coronel Sarmiento, cuenta menos que la significación del evento, como expresión de una conquista popular que no retrocede en su cometido (aunque la popularidad de los Kirchner se mantenga en cotas muy bajas) .

En cambio, que prospere judicialmente en España el acorralamiento de Baltasar Garzón es una mala noticia. Otra, igual o peor, la cierta tibieza gubernamental con el asunto en cuestión y los claros avances del cavernario PP en sentido contrario.

Desde este reino que festeja las proezas de Messi en el FC Barcelona, los hombres de buena voluntad instamos a que nuestros compatriotas honestos y sinceros aplaudan que los argentinos miren de frente el pasado; expurgando del mismo los fantasmas reales e imaginarios que perviven aún hoy en los medios, la cultura y la sociedad.

A menudo criticamos la democracia criolla desde la dudosa poltrona que ofrece la nuestra, edificada en realidad sobre el doble cementerio de los muertos sin tumba y el olvido de sus asesinos.

Algunos, están entre nosotros, mientras las víctimas siguen en zanjones remotos, aguardando que sus deudos nos revelen Con ayuda de las leyes y la justicia, la verdad de su dolor y la ignominia padecida durante más de setenta años (con más de la mitad bajo el franquismo).
Cuando un faccioso Ejército de asesinos se alzó contra la democracia, el voto popular y la incipiente equidad social que desarrollaba la Segunda República Española, con el auxilio armado de nazis, fascistas, y la pasividad suicida de las democracias de entonces.








lunes, 22 de marzo de 2010

LA JUSTICIA QUE LAVA MÁS BLANCO...



Las instantáneas reflejan una polémica que no cesa. De arriba abajo: El comentarista Carlos Pagni, pluma de La Nación. El espíritu de la venganza, encarnado según el dicente por Cristina Fenández, y su teórico objeto de escarnio, la jueza María José Sarmiento,

Seguro lector de mi blog, Pagni se inspira en su último titular: "De vetos y votos, de guerras y treguas, del miedo al vacío."
Reconforta este paso adelante mejorando calidad literaria. Otros se han inspirado en las labores de uno sin tanta unción en materia de títulos.
El desarrollo es otra cosa.
Buen analista económico, Pagni no puede zafar de la óptica que ordena su formación y el medio que le autoriza el pan con bizcochos.
Los que lean su columna de hoy al completo advertirán un claro párrafo de definición moral, señalando la responsabilidad del Gobierno en un hecho cierto:
" Con el intento de encarcelar al octogenario coronel Luís Sarmiento, padre de la jueza María José Sarmiento, [el PE]puso la causa de los derechos humanos al servicio de la persecución".
Con esta lógica podría acusarse a la jueza de heredar el canino odio paterno a "la subversión montonera", enquistada según algunos en la Casa Rosada y aledaños.
En este espacio he defendido la resolución de la señora Sarmiento paralizando judicialmente la disponibilidad de reservas para pagar deuda. Ahora defiendo igualmente la de otros jueces procediendo contra un represor -viejo o joven poco importa- que hasta ayer había eludido la merecida garyola.
La efigie simbólica de la justicia, su venda y el fiel de la balanza que sostiene su togado brazo no es el mero suvenir estético propio de un poster, la piedra o el bronce. Aquella materia enjuiciable lo es, independientemente de la subjetividad de unos y otros a la hora de la denuncia o el procedimiento. Para algo están las Leyes de la Nación y su Código Penal o de Responsabilidad Civil.
Rastrear la historia de los pleitos más sonados en la historia patria nos revelaría en todos los casos una pugna de voluntades enormemente subjetiva puesta en liza.
Probablemente para la jueza, Pagni y La Nación este gobierno esté plagado de montoneros y "erpios" reconvertidos a la socialdemocracia.
Bien, ¿y qué?
La mutación ideológica en el mundo moderno es de las más frecuentes. Qué se lo pregunten por ejemplo a los uruguayos y su reciente elección. "El Pepe" (Mujica)fue Tupamaro ( y a mucha honra en su momento, dice). No hablemos de una España en los instantes previos a la Transición democrática. Eran todos comunistas, trotskistas, y algunos hasta de la ETA, que en su instante de gloria voló por los aires a Carrero Blanco (facilitando de hecho esa Transición).
A los señores Kirchner y varios de sus colaboradores se les pueden reprochar muchas cosas. Pero si la justicia resuelve que un represor debe ser procesado por crímenes de lesa humanidad, hay que cumplir la ordenanza, dimanada desde la judicatura.
¿O es que Pagni, La Nación, Carrió y Cía estiman que sólo el segmento del Poder Judicial que les gusta es el que más blanco lava la ropa sucia?
Hay otras manchadas de sangre aún por lavar. La de mucha gente que no podrá festejar sus 86 años, como el longevo vándalo, coronel Sarmiento...

domingo, 21 de marzo de 2010

ESTAR A LA ALTURA...

Eduardo Alberto Duhalde y los fantasmas que recibe con los brazos abiertos, según marca la vieja tradición...

En el día de la fecha la modesta Any Ventura entrevista al señor Duhalde en "La Nación". Ocupado en el más interesante Mario Bunge, Ricardo Cárpena le ha cedido el dudoso privilegio.

De las respuestas al cuestionario hay dos que retratan las obsesiones ideológicas del personaje. La más destacada refleja su respeto por el Ejército Argentino (hoy democrático, puntualiza). Siendo estimable la observación, no procede ante los continuos destapes del horrendo genocidio perpetrado entre 1976/83, sin contar los asesinatos manu militare de los que (mediando "Todos por la Patria") asaltaron el cuartel aquél durante la presidencia de Raúl Alfonsín.

Seguidamente, el del culo tan dispuesto ante la jeringa refiere su postura frente a Hugo Chávez, comparándole con los dictadores populistas de mediados del ´40 en Latinoamérica (seguramente el consigliere Posse le alcanzó mis estudios sobre El Líder).

¡Qué ejemplo más diáfano que aquél encarnado por el general Juan Perón, padre espiritual y material de tantas batallas!

Sin mencionarlo por íntimas razones que le competen, rebaja seguidamente la estatura de Hugo Chávez ante la de Fidel Castro.

Tampoco detalla cuál metraje histórico merece el dictador cubano. Se deduce que alto en su estima. Y aquí asoma, en vínculo indisoluble entre la defensa del Ejército Argentino, del que salió Perón, y la idolatría por el típico Líder de masas; cuánto más absolutista mejor.

A ese efecto, Fidel Castro superó a Perón ampliamente en su patrimonialización global y material del pago. Ello deslumbra en forma irremisible al eterno número dos, en fase política terminal pese a sus tardíos esfuerzos por alcanzar el podio. Si hay algo que huele a rancio y descartable en este multimillonario ex Gobernador provincial, Vice y Presidente, es su arcaísmo. A nadie con mediana información se le puede ocurrir que el caballero de Lomas de Zamora -tan bien retratado por el virtual exiliado y periodista Hernán López Echagüe en "El otro"- pueda pilotar el futuro patrio.

El bañero de marras, modelo de peronista hecho a sí mismo desde su celo en las piscinas municipales, es un sujeto tribal, por eso admira a grandes caciques políticos. De origen tehuelche por parte de madre, Perón tuvo hasta su propio chamán en el crepúsculo. Fidel, a un hermano que sin él plantaría caña en Birán.

Cuántos más años y mayor poder hayan alcanzado sus modelos, lo que la propia estatura escaló un par de años, transitorios y en puntas de pie, más le recuerda su asignatura pendiente.

Aquélla que bendecirá malamente el último suspiro.


miércoles, 17 de marzo de 2010

LA SINIESTRA OBSESIÓN IMPERIAL.


La conquista de Amèrica según Diego Rivera.

El centimetraje que los periódicos españoles brindan a las violaciones de Derechos Humanos en Cuba y Venezuela contrasta con la escasísima mención de casi setenta países que perpetran violaciones constantes y de enorme magnitud. Éso sin contar las tertulias radiofónicas y espacios televisivos entregados a la labor. Desplazar la sintonía radial a emisoras como La Cadena Cope, Punto Radio, ES Radio, Intereconomía u Onda Cero en las mañanas es someterse a un bombardeo permanente, simétrico en las noches de TV y en varios sitios Web, YouTube, Facebook, Menémame, etc, etc.

La actitud belicosa de personajes como José María Aznar y otras prominencias del conglomerado derechista en las esferas políticas no hace más que echar leña al fuego. Ahora se ha sumado un Juez, que dice tener pruebas de la colaboración entre ETA y las FARC colombianas, facilitada por altos funcionarios venezolanos de origen vasco, a las que no sería ajeno el Presidente Chávez.

Cualquier condena dirigida al régimen cubano basada en la defensa de los Derechos Humanos me parece justa. Al borde de sepultar otro huelguista, los Castro representan un sistema opresivo y deleznable; ya en las antípodas de sus remotos orígenes, allá por 1959.

Pero Venezuela, ciertamente afectada por el populismo gubernamental y marchando hacia una peligrosa deriva dictatorial abierta, no es un país comunista, ni el asesinato o el terror de Estado una práctica ejercitada a los niveles de la propia Cuba, Colombia, Honduras, por razones de descomposición política y social México, China, Corea del Norte o Irán.

La obsesión de la derecha española y sus tentáculos mediáticos con la Cuba castrista o Venezuela radica en un viejo síndrome, actualizado por el poderío económico y las inversiones realizadas en varios países americanos en los últimos 20 años: el de la Conquista.

A esa derecha no le preocupan el marroquí Hassan o los tiranos de Guinea, Argelia, Myanmar, Siria, Egipto, Libia o el Congo. Cuando se refieren a Rusia lo hacen tangencialmente por respeto a su abandono del comunismo, olvidando las constantes violaciones de los DH contra las restantes repúblicas vecinas y los disidentes internos.

De China, sometida por un régimen brutal y sanguinario en el que hasta los condenados a muerte pagan el tiro en la nuca financiando el proyectil, se menciona su extraordinario crecimiento (no el que cientos de millones vivan en la precariedad, sometidos a la vigilancia y censura constantes). A la democracia criminalizada de Colombia -si bien mitigado en algo el terror de Estado en los últimos tiempos- se le otorga muy buena prensa, contrariamente al proceder que se adopta con la República Bolivariana.

Anteayer, Hugo Chávez, además de defender a los vascos que Felipe González deportó a Venezuela en los ´80, desde tiempo atrás naturalizados y afincados en su territorio, amenazó con recortar a España el petróleo y el gas, blandiendo la siempre dispuesta amenaza expropiadora para las empresas allí radicadas.

Es lo último que nos faltaba para remontar la seria crisis económica que nos efecta.

Por otra parte debo dar la razón al Presidente -independientemente de las intenciones que le guían excitando la agresión externa; típica en el código populista- cuando esgrime nuestra condición de viejos conquistadores intentando revalidar glorias infamantes.

No todos los españoles compartimos semejante estado de ánimo ni tales principios. La obsesión que persigue a la derecha lepenista, heredera auténtica del legado franquista y empeñada hoy en liquidar al Juez Garzón o hundir a Zapatero, es la siniestra obsesión imperial que procura ocultar nuestra real insignificancia. Durante décadas hemos vivido del turismo y el ladrillo. Ahora la crisis económica nos ha devuelto a la realidad. Éramos la octava potencia mundial; hoy resulta que la décima. Sin embargo, en materia humana seguimos clavados en el subdesarrollo cultural. Una cosa llevó a la otra. Y de todas debemos salir, con mucha autocrítica y matando una por una las tan rancias obsesiones.

Siniestras y contraproducentes en cualquier orden.

domingo, 14 de marzo de 2010

UNA VIVA RECOMENDACIÓN.

Visitar "Crisis Capitalista" es algo más que acceder a un blog económico. Significa abrir los ojos a una de las crisis más brutales de los dos últimos siglos. La capacidad de su administrador -anónimo amigo por propia voluntad cuyo código de conducta no alteraré- se apoya en concienzudos estudios económicos y políticos, no exentos de notable fluidez literaria. Desde hace un par de años largos el fructífero espacio cosecha enorme cantidad de visitas desde todo el mundo. En ocasiones -por ejemplo unas dos semanas atrás- su penúltimo artículo atrajo la atención de más de 2700 visitantes en un sólo día. La forma didáctica de exponer temas complejos tornándolos accesibles brota de su genio. En persona, mi amigo es hombre sencillo, alejado de toda vanidad. Su óptica social cuadra con esta forma de ser, llana y fraterna. Tengo la suerte de conocerle y disfrutarle, personal y conceptualmente. Antes de que estallara la crisis actual ya había previsto el camarada de fatigas su derrotero; de manera que para mí - escritor centrado en biografías o relatos y mero opinante- resultó un guía de excepción. Este gran autor y educador cree en el Estado Social y en un planeta donde el equilibrio colectivo resguarde el buen pulso de la iniciativa privada y las realizaciones comunitarias.
Eso mismo estimo yo, aunque no sepa ni pueda desenvolver la instancia económica con tanta precisión. Se requieren años y muchos esfuerzos para que cualquier disciplina encarada con seriedad dé sus frutos. Más aún cuando a la ciencia económica se agrega una visión humanista y tan poco común de los números redondos.

LAS DOS PUNTAS DEL CAMINO.



Arriba: El señor Carlos $lim, cuya riqueza , estimada en más de 53 mil millones de dólares le convierte en el hombre más rico del mundo, mientras su empobrecido país de origen, aquél que le permitió erigirse en omnipotente dueño de los medios de comunicación partiendo de "Televisa", se debate entre el imperio de la droga y el horror cotidiano. Abajo: uno de los tantos miles de asesinatos perpetrados año tras año en Ciudad Juárez por los narcotraficantes y la corrompida policía mexicana.

Los efectos más patentes de la perversa globalización se resumen en este contraste abrumador. El empleador de Felipe González (Rupert Murdoch lo es de José María Aznar) luce en la foto una media sonrisa. Sus teóricos compatriotas tienen menos motivos de felicidad. La inmensa mayoría malvive en un narcoestado puesto al servicio de los consumidores del Norte. La inmensa fortuna de $lim -equivalente al 8% del PBI azteca, y por ahora inobjetable desde el punto de vista legal- es una prueba más del grotesco alcance que la desigualdad social llegó a alcanzar en el siglo XXI. El ejemplo es la punta de un ovillo enmadejado por la codicia, el afán de poder y las franquicias que el sistema ha otorgado a sus mayores beneficiarios. La presente crisis económica mundial abreva en esas aguas procelosas que, pese a los gritos en el Cielo de muchos gobiernos occidentales y estadistas prominentes, sigue estancada en muchas tierras.



viernes, 12 de marzo de 2010

POCHITA MORFONI.

POCHA, CRIATURA, MERECES MI RECUERDO Y CARIÑO MÁS INMENSO. EN NINGÚN MOMENTO TE HE PERDIDO EL RESPETO. QUÉ LO SEPAS, MI VIDA...

LOS PATROCINADORES`CRIOLLOS DEL SICOANÁLISIS


Tres opinantes de juicio freudiano, de arriba abajo: El caricaturizado Joaquín Morales Solá; en pose de galán holywoodense Luís Majul; y el más modesto Fernando Laborda.
A Elisa Carrió, oronda y voraz, nadie le recomienda unas temporadas en el diván. Sin embargo debiera. Aunque entonces, tras superar hondos traumas quizá la perdiéramos para la política.
El matrimonio argentino de poder, al que sí recomiendan psicoanalizarse las estrellas mediáticas de más arriba, y otras de más abajo.
Un vistazo al galimatías criollo permite sostener que, en cualquier sociedad donde la democracia lucha por mejorar y consolidarse los problemas son considerables; más aún si en sus entrañas alberga un 30% de pobres e indigentes, con serio crecimiento de la delincuencia e inseguridad pública.
La osada recomendación de asistencia psiquiátrica a los señores Kirchner no rayaría en la frivolidad si ellos y los medios a quienes representan asumieran esa tan ansiada terapia. Ver la paja en el ojo ajeno sin descubrir la viga en el propio sólo refuerza a quienes se critica.
El retomado control congresual por dos votos del oficialismo refleja -a pesar de su probable fugacidad- esa fragmentación de corrientes opositoras sin un programa mínimo que seduzca a los ciudadanos.
La señora Marcó del Ponto salió hasta hoy airosa con los pliegos pendientes para el comando del Banco Central; por lo tanto peligra el dictamen de la jueza que cuestionaba la potestad legislativa opositora sobre el empleo de las reservas para el pago de la deuda. Esto no ha terminado. El bailongo recién empieza. Se avecinan nuevas y peligrosas batallas entre los Kirchner y la oposición. Pero un breve repaso a los leones que saltan desde la arena al palco en esta suerte de Coliseo Romano, se revelan más cercanos a las mascotas domésticas en su poder predador. Cleto Cobos está mostrando el modestísimo percal que guía sus pasos por los cien barrios políticos. Alfonsín Jr. es una amable broma. Sánz, más o menos. Duhalde no "le saca el culo a la jeringa", aunque es dudoso que los ciudadanos se la arrimen. El velocista Reutemann, buen gestor en su pasada etapa provincial, se subió al peronismo según la vieja tradición de ser patrocinado por grandes marcas sin que su teórico arrastre se palpe en el ambiente. Tampoco ayuda su tradicional estolidez. El colombiano naturalizado De Naváez despierta menos fervor aún. Rodriguez Saá un pelín más, teniendo en cuenta su nefasto pasado e incierto futuro.
Pese a ser cruelmente ninguneado por el padre, Mauricio Macri perpetúa la tradición escogiendo programas y personajes represivos, antes que expansivos. De manera que su candidatura es más bien dudosa.
De la señora Carrió no hay nada que ella no haya cantado de sí misma en dichos, hechos y deshechos. Viene a ser una "Pochita Morfoni" (aka Guillermo Divito) en versión gore, de modo que podrá tener arrastre en un sector de la sociedad sin capturar la ansiada mayoría que le permita gobernar, por más que seduzca a los "liberales" de todo pelaje y sus oligarcas de siempre. Otros candidatos menores son poco destacables por el momento.
Un breve apunte se merece el narcisista señor Majul. El título de su libro sobre Néstor Kirchner ("El dueño") hace juego con su estilo pedestre y facilón. Siendo propietario de varios espacios y medios, el encabezado le cabe hasta el rabo. El pretencioso Morales Solá, actuante como el más modesto señor Laborda, por cuenta del diario "La Nación", despierta mis bostezos más largos.
Fuera de la crítica ácida permanecen Pino Solanas, Hermes Binner y Margarita Stolbizer. Tienen un programa y son honestos y probos, pero deben jugar cartas que prueben su capacidad de liderazgo ante la "Madre Coraje" y el "Padre Carajo".
Las palabras no bastan. Véanlo sino al señor Prat Gay, tan prometedor antes de secarse los mocos en el faldón de Elisa.
Cierro el post con la referencia a un líder de verdad. Ante los críticos que lo remitían al diván del psicoanálisis, Franklin Delano Roosevelt señaló:


"Yo me psicoanalizo con Dios"...
Detrás de la frase se cuadraba ante los micrófonos o dónde fuera, un gran estadista. Y en estos tiempos no sobran, en Argentina, y mucho más acá.



lunes, 8 de marzo de 2010

EL DESPEÑADERO.

Arriba: El Estado Peronista a punto de sucumbir la fatídica tarde gris de agosto del ´55, con el tronante Líder a punto de lanzar al vacío el "Cinco por uno", precipitando la llamada Revolución Libertadora.

Abajo: La presidenta actual del estado democrático en instantes críticos, sin amenazas pero con idéntico talante numantino, heredado del viejo populismo.

Los acontecimientos se precipitan sin catastrofismo alguno esta vez. Acorralados por señalamientos y restricciones dimanadas de la Corte Suprema y algunos jueces, reforzando la potestad del Poder Legislativo, los arrogantes señores Kirchner intentan acorazarse respaldándose en los "gordos" sindicales, la menguada tropa de fieles que les queda y alguna medida reparadora, cómo la de una nueva regulación progresista del trabajo doméstico y su vasto ejército femenino, sin las garantías desde 1956 que el previo Estado Peronista les brindó.

En medio de las peleas que desarrolla en casi todos los frentes, el matrimonio de poder pierde uno tras otro los papeles que acreditan el buen diálogo de partes. El último dislate atacando a la Corte por salir al cruce, defendiendo la independencia del Poder Judicial ante el Ejecutivo, fue respondido por Carlos Fayt calificando de "tonterías" las catilinarias presidenciales.

"En la Argentina de estos momentos" -agregó- "el conflicto domina la inteligencia. Es entonces necesario entonces poner una cuota de inteligencia para dominar el conflicto".

Lo que Fayt no aclaró es de qué lado está la inteligencia. A esta altura del partido es difícil saberlo. Sin embargo, es posible determinar dónde no hay rastro alguno.

Las pruebas al canto llegan desde la reunión que Cristina Fernández mantuvo con los miembros de la GCT y los sindicatos medianamente opositores. En la misma sostuvo, entre otros asuntos cuya secreta razón (aka, el uso de reservas para pagar la deuda, y la "pavura" al juicio político) reserva su conturbado ánimo;

"Hay que dejar de relacionar los salarios con la inflación...".

No se refería al abultado vientre de los asistentes, sobre alimentados por el privilegio mientras el hambre acosa al 30% de los argentinos.

En boca de cualquier político contemporáneo con ciertas nociones de economía la frase sonaría estrafalaria. Juan Perón la aplicó a rajatabla tras la crisis económica de 1952. Eran otras épocas, en las que controlar los precios subvencionando muchos era posible; al menos en apariencia.

Éstas de globalización pintan bastos en materia de espejismos. Sobre todo cuando la paranoia toma posesión de quien no respeta el cargo que ocupa, por más decisivo que sea de cara al presente y el futuro de la Nación...



sábado, 6 de marzo de 2010

EL PODER PERONISTA: UN NUEVO JAQUE A LA DAMA.






En la columna y por orden de aparición. 1) Una sentida imagen rescatada para la memoria que habla por sí sola. La Dama del primer Perón permanecerá cómo símbolo en adelante. 2) La segunda Dama del difunto Líder junto al mucamo asesino en sus breves jornadas de poder. 3) Cristina Fernández, Dama de otro Líder clientelar y fugaz, sentenciada por la escasez de votos y el acoso de los dos restantes poderes.

El mal fario persigue al peronismo en el poder. A Evita la devoró un cáncer que fue desarrollándose a medida que el marido encontraba serias dificultades para mantener en pié el andamiaje justicialista. El fallido golpe del General Menéndez fue la piedra de toque señalando un creciente descontento en las FFAA. El deceso de su mano izquierda, precedido por su fallida candidatura vicepresidencial presagiaba un sombrío futuro. Perón fue derrocado tres años después; sin embargo la leyenda de su muerta número dos (la primera era Aurelia Tizón, en 1938) permaneció viva, superando la suya propia.

Tras su retorno, breve, convulso y agravado por la ancianidad, dejó a su Dama póstuma en el poder, con el tenebroso mucamo de "yapa". María Estela Martínez Cartas (aka "Isabelita") daba menos aceite que una piedra. Los militares más salvajes desde la Conquista del Desierto y la represión de las huelgas patagónicas, dieron cuenta de su penoso mandato, rematando a sangre y fuego una era de terror, ya inaugurada por el propio Perón a través de José López Rega y las Tres A.

Desde luego, su pésima gestión de los asuntos de Estado no dejó otra obra ni legado que el del mal recuerdo.

La tercera Dama del tablero de poder en la Argentina es Cristina Fernández de Kirchner. Buen aprendiz de brujo, el marido se valió de su mujer procurando consolidar el poder ganado en la previa gestión. En los tres periodos la corrupción fue un hecho cierto. La "Fundación" de Evita manejaba fondos discrecionalmente sin control oficial alguno. Si bien su obra social fue indiscutible y a su persona no la manchan sombras de sospecha, si se desarrolló en el gobierno del marido; acentuándose tras su prematura muerte.

No era por cierto el peronismo iniciador del entramado. Los gobiernos conservadores -mucho antes, y después del interregno democrático de la UCR con Yrigoyen y Alvear- fueron pródigos en corruptelas. La dictadura populista las prolongó, extendiéndola al campo sindical y empresarial. El Perón del exilio tampoco se cortó, a la hora de cambiar votos por dólares con el dúo Frondizi-Frigerio en 1958. Su forzado retorno en 1973 no era el del ´45. El joven coronel de entonces rezumaba ideales de justicia; el Teniente General, retornado tras 18 años de exilio era un personaje adaptado a los nuevos vientos de la política criolla y la celosa vigilia militar.

El período "Isabelino" ahondó el sendero. Lo que pasó después involucró a unas FFAA deseosas de intervenir barriendo el patio y segando de paso la industria liviana. La nueva dictadura intensificó la corrupción en todas las esferas, incorporando a su rueda dentada muchos altos oficiales, asiosos por enriquecerse negociando y saqueando por doquier desde organismos estatales y comandos.

Una vez derrotadas por su criminalidad e insensatez los tiranos, la democracia de Alfonsín intentó enderezar el manejo de los asuntos públicos; Menem volvió a descalabrarlo gravemente durante los siguientes diez años.

La gestión Frentista de de La Rúa precipitó el desastre, con las secuelas del "Corralito" y la posterior "Pesificación", reduciendo en un tercio los ingresos populares. Desde el 2003 el matrimonio Kircher reequilibró parcialmente el cuadro económico mientras quintuplicaba su ya abultada fortuna.

Con la Dama clientelar en el poder y su consorte arrimándole el ascua, el peronismo continúa la vieja tradición de uso y abuso en la política con fines dinerarios.

Tendrá ovarios la señora para criticar al Imperio del Norte y su nuevo servidor respecto a la política interamericana que profesan la Casa Blanca y el Pantágono; pero carece de virtud en este otro campo. Sus constantes arremetidas contra la oposición y sus jaques congresuales, el azuzamiento permanente de los medios críticos con su gestión y las maniobras tramposas empleadas para echar mano de las divisas enfrentando a las cámaras y a miembros Poder Judicial, apenas le permiten sobrevivir algunos telediarios.

El problema de fondo; lo saben ellos y la mayoría de los ciudadanos, es la naturaleza corrupta en el ejercicio de este doble mandato. Eso está grabado a fuego en el inconsciente colectivo y aunque algunos se llamen a engaño, es irreversible. El permanente ocultamiento de cifras e índices contrastados en muchos apartados, el manejo discrecional de fondos públicos mangoneando jefaturas provinciales o alcaldías, y la arrogancia tribal con la que despacha a sus rivales desde hace siete años remacha el clavo.

Cuando en España los dos últimos gobiernos de Felipe González destilaban corruptelas por todas las costuras, la sucesión del Partido Popular con un joven José María Aznar a la cabeza estaba cantada. El drama austral se hace más complejo por la ausencia de una oposición cohesionada y líderes con el prestigio necesario. Ello prolonga la agonía de este Gobierno, en aprietos económicos por valor de 50.000 millones, y con una credibilidad pública bajo mínimos históricos.

La última movida de la póstuma Dama en el tablero neopopulista, precipita un nuevo jaque mate en el que no intervienen la muerte ni los militares. Esta vez el fracaso es político y tendrá, creo, ulteriores consecuencias penales.

Éso, si el honorable Congreso de la Nación no resuelve antes removerla del cargo, como autoriza en casos extremos la propia Ley Fundamental.