Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

martes, 19 de febrero de 2013

EL PAN Y LA SAL


Veo a Alfonso Alonso, Portavoz titular de la X Legislatura responder, temulento y vacilante, ante las preguntas de los diputados opositores sobre el Caso Bárcenas, excusando su falta de información oficial. El ex Alcalde de Vitoria, que no está entre los manifiestos halcones del Gobierno y su partido, no sabe dónde meterse. Comparece para el ridículo y la larga historia de la inconsistencia oficial. Se advierte, detrás del bochorno, la pugna de tendencias en el sector. En medio del descrédito y la enorme pérdida de apoyo de sus propios votantes, el navajeo en el interior de la tribu del PP se dispara. El caso es que, de nada valdrían las excusas, de producirse, por lo absurdo del pandemonio. 

Hasta al día de hoy, Mariano Rajoy no mencionó a Bárcenas tras el estallido de la bomba mediática y los papeles secretos, llovidos del confeti y los saqueos, provenientes de la trama "Gürtel". Hasta poco antes, Bárcenas era un modelo de honorabilidad en boca del Presidente. Lo mismo, claro, había dicho del ex Presidente y truhán balear, Jaume Matas. 

¿Podríamos tratar de incrédulo, mal informado, tonto, o cínico al señor Rajoy? 

Para millones de ciudadanos puede ser una de esas cosas, varias, o todas juntas. El cuadro indica que, sea cuál fuere la naturaleza moral del personaje y su entorno, estamos muy mal gobernados. No por culpa de Bárcenas. Sino de quienes le dieron de comer, quitando de paso el pan y la sal a muchos, muchísimos españoles.

No hay comentarios: