EL 15 M Y SU MEDIOCRE PRODUCTO

El 15 M ganó las calles una discusión política ebullente y creativa. En los espacios tomados por jóvenes junto a gentes de toda edad se desarrollaban con pasión los asuntos que preocupaban entonces: el paro, una creciente precariedad laboral, la República, con la monarquía usurpando la voluntad ciudadana, junto a las concesiones a Bruselas por parte del staff socialista y su presidente,ocupante de La Moncloa, el poco enjundioso Rodriguez Zapatero, cada vez más asustado por el estado de la economía y los llamados al orden del mundo financiero y las élites del Ibex 35. El julepe que aquellas horas provocò seguidamente un voto masivo al PP, junto a la apariciòn de Podemos, dos reacciones sociales y polìticas en apariencia contradictorias, sòlo si desconocemos la realidad social española y sus miserables hábitos de voto aborregado, hábilmente manipulados por los mass media desde los periódicos y las televisiones, en manos de la derecha ultra conservadora. La aparición de Podemos constituyó lo más negro del julepe aquél. Algunos profesores de la Universidad Complutense, encabezados por el tertuliano Pablo Iglesias y ex asesores de gobiernos progresistas de América Latina, se lanzaron a concretar una organización política que supuestamente proyectase al ebullente 15M. El tiempo y el cambiazo en varios principios de la primera hora, demostraron que, en realidad, el invento pequeño burgués intentaba capitalizar las jornadas callejeras, atajando excesos peligrosos. Las polémicas y discusiones siempre alteraron la marcha de los asuntos políticos en cualquier territorio. Enfrascados en su "asalto de los cielos", al decir de Iglesias y Juan carlos Monedero, aparcaron cualquier clase de ebullición en la tierra, enfrascándose en montar un aparato electoral, que alimentó varias ambiciones, entre ellas de la Iñigo Errejón, un filosocialista con vocación parlamentaria, afín a las teorías del Bloque de Poder que hoy revalida Chantal Mouffé, viuda del argentino y ya finado Ernesto Laclau. La traducción práctica del llamado Bloque es la integración lisa y llana al sistema por la vía parlamentaria, al viejo estilo de Izquierda Unida, mientras el hegemónico Iglesias poda su árbol de adláteres errejonianos. La próxima cita en Vista Alegre remataría esta tarea, de cepa staliniana, sin descartar cierta alianza con los socialdemócratas de nuevo cuño. Entre tanto, los resultados prácticos, luego de atravesar la estrategia capitulante de frente con el PSOE, omite cualquier clase de discusión pública de los problemas actuales, agravados por la continuidad del PP en el gobierno, con un respaldo socialista más bien precario, en vista de la división interna de la vieja socialdemocracia y sus barones pasados de moda. Empero, la resistencia de Podemos a concitar polémicas públicas sobre la ruina del país, sujeto a los dictados de Bruselas y Berlín, punto por punto, transformado por la extrema derecha gobernante en la sociedad más desigual de Europa, a notable distancia del previo durante las jornadas del 15M, desvela la certera definición sobre lo "poca cosa" de la formación y sus integrantes, esbozada por Sánchez Ferlosio. Lo pensamos muchos con base cierta. La supresión de polémicas públicas y masivas sobre temas urticantes hoy, no moviliza para cambio alguno. Tampoco los cargos congresuales de la plana mayor podemita. Sin descartar lo útiles que puedan ser, lo otro constituye la verdadera asignatura pendiente.Nada mejor que el aire libre en calles y plazas para que el auténtico espíritu de la libertad tome la palabra.