Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

domingo, 6 de noviembre de 2016

LAS FALSAS RAZONES

Las acusaciones de “Facha” vertida por algún comentarista en relación con mis apuntes y las de otros sobre el caso Espinar me apenan profundamente. Agobiado por las deudas generadas por una economía en crisis y un negocio colapsado, debí entregar mi bello piso de Vilassar de Mar a un banco. Tuve suerte. A otros se lo arrebatan cargándole deudas tras echarlos a patadas del suyo. No fue la única razón que determinó nuestra partida de España. A mi esposa, nacida en Brasil, le negaron la residencia por mis bajas rentas. Mal puedo yo justificar a un lechuguino ventajero que negocia un piso irregularmente concedido, ganando 20.000 euros, aunque no sea solo por esa razón. La mía se funda en cuestiones éticas y de principios. A mi edad de jubilado tampoco pueden realizarse hazañas de juventud que restauren lo perdido. No critico la supuesta “hazaña” de alguien como Espinar, sino su real visión del mundo, camuflada tras pancartas de teórica Justicia Social, que él mismo incumple en la práctica. La honestidad o su contrario se manifiestan en hechos probados. La reacción de sus conmilitones podrá ampararlo, no justificarlo. Con el dinero embolsado por este caballero es posible comprar una vivienda en la España actual, dependiendo de la región, con las ventajas de la que vendió. Hoy en nuestra patria, hay gente en la calle, familias enteras con pequeñas criaturas y personas de edad, que duermen cubiertos por mantas, cartones y papeles de periódicos, sin atención médica, poco que comer y mucho que sufrir. A tenor de lo cual, lo que digan este felón y sus compadres sobre la pobreza y las acusaciones de “Facha” sonarán a burla sangrienta. Porque más importantes que las palabras son los hechos, y éstos, señores Monedero, Echenique, la Tania Sánchez de Rivas, y el Pablo Iglesias que cambia de principios como de camisa, prueban una vez más, las patas cortas de los falsarios. “Venceréis pero no convenceréis”. La frase que Unamuno escupió en el rostro del fascista Millán Astray vale para vosotros. Después de todo, aquí vence cualquiera, por ello Rajoy sigue en Moncloa. Pero convencer de verdad, es otra cosa…

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