LAS VENENOSAS TERTULIAS EN LA TV ESPAÑOLA.

La importancia de la opinión pública ha sido captada de lleno en el siglo pasado por toda clase de regímenes políticos.La tendencia a manipularla desde el poder fue un instrumento destinado a perpetuar cualquier sistema, democrático o no. En tal sentido asienta una atmósfera favorable a cualquier experimento peligroso, aunque imprescindible para perpetuar una idea colectiva del país y el mundo en el que vivimos. La televisión avanzó sobre la radiofonía y el papel impreso, merced a mensajes propalados por imágenes y voces vivas, de las que dependen verdades, y también mentiras.El bombardeo sistemático de las últimas cala hondo en el natural pesimismo de la gente en épocas de opresión.

"Repetir mil veces una mentira la convierte en verdad". Josep Goebbels, Zar de la prensa y los medios durante el Tercer Reich.

Las tertulias en la TV española son hoy un añejo feudo del gobierno, la extrema derecha y los dos grandes partidos, con Ciudadanos promocionado a todo gas con muy poco éxito. El valor actual de cualquier tertulia, en especial las de la Cuatro y la Sexta, no radica en las voces e imágenes de los intervinientes, de baja calidad emocional y cultural, sino en sus patrocinadores. La filial de Berlusconi y el Grupo Planeta son quienes ponen en pantalla sus presentadores sumisos, y los teleñecos de cada jornada. Ellos se encargan de formar opinión, a su gusto y paladar, no el de los ciudadanos. Me privo de mencionar a TVE, feudo oficial del PP en caída libre de audiencia.Por desgracia no es el único.Le sigue en postureos Al Rojo Vivo, tertulia matinal en la que colaboran especímenes tan abominables como Francisco Marhuenda (director de un periódico que financia Planeta) y el provocador gubernamental del ministro de interior en funciones, Eduardo Inda. Federico Jiménez Losantos, otro delincuente, condenado en varias ocasiones por los jueces, tiene dos piezas respectivas en Las Mañanas de Cuatro y Al Rojo Vivo: Ketty Garat y Pablo Montesinos.

El más torpe y burdo es, sin embargo, Jaime González, pluriempleado en el ABC (como jefe de opinión) y El Corte Inglés.Alfonso Merlos y otros paniaguados del episcopado y la Agencia EFE, ocupan sillas con Javier Ortiz, un buen técnico en el pasado que se terminó posternando ante presiones de la dirección en este presente infame y desangelado, donde la más rigurosa autocensura está a la orden del día. El encumbrado y más bien basto Antonio García Ferreras, en Al rojo Vivo hace de las suyas, promocionando a C´s y el PSOE, o el PP. Ana Pastor, "su amante", como él mismo define, se ocupa de "El Objetivo", de pulso tecnocrático semanal. No me olvido del fondo de reptiles que es "La Sexta Noche" las vísperas sabatinas, acreditadas por economistas y politólogos reaccionarios, o personajes rescatados del pasado sin modernizar, como Cristina Almeida y otros venerables del ayer. En concreto, son las atmósferas, todas asfixiantes y propagandísticas del IBEX 35, las que reinan en esta caja, más tonta que nunca, haciendo juego con las cabeceras impresas de "El País", "El Mundo", ABC" y etc, dejando el concierto mediático hispano a la altura del betún.Eximo de tanta mugre a la tan solitaria Cristina Fallarás de esta quema necesaria. Ha sufrido un desalojo, junto a un paro prolongado y no lo olvidó.En cambio, sus frecuentes contertulios y jefes son paniaguados, carentes de sentimiento y cultura. A menudo la interrumpen y ningunean. Muy digna, lo supera sin desmayar, aunque deba tolerar a muchos canallas tóxicos.