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jueves, 6 de abril de 2017

LAS INCÓGNITAS DEL PORVENIR


El PP es el reducto de las miserias històricas del pueblo español. Desde la inquisición, pasando por el atraso que supuso el desconocimiento de la Ilustración y el estado feudal que reinó impoluto durante varios siglos, intentó por dos veces la República, rebelándose luego ante la dominación del Ejército africanista, el clero, los terratenientes y su golpe de Estado, mediante un esfuerzo titánico que conmovió al mundo. El intento de borrar el pasado ominoso resultó frustrado por el miedo que el contragolpe popular despertó en las democracias europeas y los EEUU. De hecho, fueron todos ellos quienes permitieron al fascismo italiano y los bombardeos de la Luftwaffe nazi intervenir con toda impunidad en territorio español, masacrando poblaciones enteras. También la política de la URSS estaliniana,entregando bajo cuerda armamento a cambio de oro y divisas, tras liquidar el sindicalismo revolucionario y al POUM, mediante sus agentes del Partido Comunista local. El triunfo final del fascismo franquista consolidó lo peor del pasado, abriendo el escenario de una posguerra de terror y crueldad jamás experimentadas.La nueva siembra de veneno devino especialmente efectiva merced al aislamiento y la represión territorial, unido al propósito de escarmentar la audacia de los combatientes republicanos. A la muerte del dictador retornaron los borbones a la cúpula de un Estado posfascista, preñado por el viejo régimen, y auspiciado por los descendientes "democráticos" del Tercer Reich, y el Departamento de Estado, omnipresente en la llamada "reconstrucción europea". Esta Unión continental bajo égida teutona, supone para los españoles un dogal suplementario a las penurias del pasado. Al no superar el terror al porvenir de gran parte de la sociedad, el dominio de los descendientes de Franco, patrocinador de la dinastía borbónica, recibieron un nuevo impulso al compás de Euro y el pronto pago de la deuda soberana, bajo el fetiche del déficit bajo, exigido por Bruselas y Berlín. Cumplimentarlo, podando el equilibrio social, nos retrotrae a los días de la posguerra y más allá, con el colgajo agregado de una nueva y rampante inquisición, junto a todos los fantasmas del pasado y sus corruptelas derramándose como lava, parida por la furia histórica de nuestro volcán. Con ella, el imperio de la injusticia persigue nuestros pasos, amenazando con destruirnos si no ponemos fin a tanto arbitrio y sinrazón. Visto el panorama presente, me pregunto si seremos capaces de conseguirlo antes de que la Historia nos entierre definitivamente.

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