LA CORTE DE LOS MILAGROS CAPITALISTA

El avance arrollador del dinero sobre el Estado de Derecho es una constante neoliberal, articulada entre polìticos de derecha, junto a algunos de izquierda pequeño burguesa, coaligados con los medios impresos y audiovisuales. El artificio funciona en todas partes, empezando por la Alemania del Cuarto Reich y sus satèlites continentales, en especial la tierra de los españoles, situación propia de un país atrasado bajo control de este moderno fascismo con traza plabeya. México, Brasil y el país de los Macris, con el que el peronismo clientelar colabora sine die, son territorios latinos politizados ínfimamente, y con una pobrísima comprensión de la realidad. Justamente, esa base autoriza la propaganda que favorece a los medios, de cara a tales elencos gubernativos, corruptos e indignos. De momento ellos cortan el bacalao. Más al Norte,los votos que ungieron a Donald Trump son la manifestación palmaria de esa suerte de hipnósis social que pagaremos todos los habitantes del planeta, a tenor de las armas sofisticadas y nucleares en poder de los militares norteamericanos. Con Hitler, mandaban Krupp y los señores del acero, favoreciendo manu militare una política brutal contra la clase trabajadora, conquistando aquella que beneficiaba los contratos con los fabricantes de armamento pesado. Increíble pero cierto.Cuando la sociedad militar no asume el mando, el actual ejemplo mexicano sugiere que puede hacerlo el narcotráfico en alianza con los viejos partidos, convirtiendo el país en un Estado fallido. El Neoliberalismo tomó por asalto el mundo moderno con el pié apoyado en el atraso social. Entonces, funcionaron las raíces en la desesperación popular ante la falta de alternativas. Como en los años 30, sucede otro tanto.La alienación ciudadana recala en las grandes mayorías, mientras las pequeñas y más lúcidas no avanzan como alternativa.Durante el período de Weimar, en Alemania floreció la cultura liberal y las artes. Poco después llegó el nazismo, altisonante y vocinglero, disciplinando la sociedad en sentido contrario, mientras en unos pocos años la conducía a su marcial destrucción.Hoy el valor enarbolado por los fascistas y sus adinerados compinches es "la democracia" y un nacionalismo pernicioso y xenófobo a todas luces. Con la vigencia del timo democrático se acallan las luchas sociales en nombre del orden ciudadano. Ahí mismito asoma la pata de la regimentación.y sus secuelas opresivas del "tanto tienes, tanto vales". Superando discursos y fórmulas de opereta, esa es la esencia misma del capitalismo. El de siempre, aunque sus veleidades transformistas despertando falsas esperanzas no cesarán, hasta que finalmente se hunda su naturaleza, y con ella la  permanente corte de milagros corrupta y tramposa.