Si España es una Nación de Naciones su drama particular despunta en sus intentos Independentistas, de alcance social tras el golpe militar del 4 de junio del 36. Si la asonada militar clerical no triunfó, fue por el levantamiento de los obreros y campesinos, armados tras asaltar cuarteles y arsenales encolumnados en la FAI y la CNT, formando milicias armadas. Con el triunfo final de las tropas franquistas, auxiliadas por el fascismo italiano, la aviación nazi, y el temor de contagios políticos por parte de Francia, Gran Bretaña y los EEUU, la revancha de Franco se descargó brutal sobre Catalunya. Al punto, que el President de la Generalitat Lluis Companys, fue secuestrado por la Gestapo en su refugio francés, y entregado a Franco como un souvenir, fue fusilado luego en Montjüic. En adelante, la prohibición pública de hablar la lengua vernácula, sinónimo de antiespañolismo, fue penada con cárcel y castigos diversos por los vencedores. Sin embargo, y pese al silencio que imperó durante casi cuarenta años en los hogares locales, sometidos al terror, la tenacidad y valor de su uso privado quebró la veda con creces. Una muestra de valor y patriotismo popular, prolongado luego del 78, por el reinado de doble vínculo que la burguesía local, instrumentó a través del corrupto y ventajero pujolismo, pactando con los dos grandes partidos que gobernaron el territorio español y catalán durante los siguientes treinta años, todas las medidas, populares y no, llegando hasta estos días, sumando un control total de los medios. Empero, y pese a restringir el patriotismo al uso de la lengua, los niños y jóvenes que hoy votan independencia, se educaron en las escuelas, institutos y universidades, durante la llamada Transición. Una consecuencia, que la brutal crisis económica que fabricó millones de pobres, potenció extraordinariamente. La cruel represión a bastonazos, y sus cientos de heridos, ordenada por el PP, Rajoy y el Monarca de latón, el 1º, avivaron la vieja herida franquista. De ahí que la votación y su resultado, democrático contra su prohibición despótica, fuese dirigido a echar al PP y su miserable elenco de ladrones. Ahora, con el respaldo de los usureros y filonazis de la UE, la derecha y sus cómplices (PSOE y C´s), se aprestan a cancelar la autonomía catalana, suprimiendo la Generalitat. La Historia no les enseñó que cualquier despotismo, por más potente que parezca, camina como el cangrejo en ruta al cadalso.
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