LA RENDICIÓN

Cuando abordamos a Francia no hay que olvidar su tradición imperial y colonialista. Tampoco su vergonzante servidumbre a los nazis durante la Guerra Mundial, Vichy mediante.La necesaria asociación con el Cuarto Reich en nada se diferencia de la antigua sumisión ante el tercero. Los bancos franceses, y no sólo los germanos, son acreedores de las deudas del sur europeo. Macron, antiguo economista de Hollande, llega para cobrarlas ante la debacle de la vieja socialdemocracia del PS, con una abstención record. El respaldo de Unidos Podemos no se justifica ante la amenaza de Le Pen. Francia no llegó a los extremos trumpistas EEUU, aunque el fascismo continental venga degollando. Pero en cualquier caso, y en lo que nos toca, advertimos una izquierda hispana resuelta a defender con uñas y dientes al capital y sus miserias. El artículo mendicante y lacrimoso de Monedero clamando apoyar a Macron prueba, una vez más, las cercanías programáticas con Syriza, y su política de adaptación a la sangrienta tiranía de esta UE, que tanto genocidio social autoriza en Grecia como en España mediante su política migratoria. Valor agregado no debe echarse en saco roto.