Nosotros tenemos catorce millones de personas en el umbral de la
pobreza. Gente que, cuando trabaja, si no está en paro lo hace por
monedas
Sin llegar al dramatismo extremo de los refugiados que se
hacinan en las puertas de Europa, nos pertenecen por igual.Son los
olvidados de la tierra que muchos políticos pretenden olvidar. Cuando
veo y escucho a Pedro Sánchez, Albert Rivera y Mariano Rajoy mi sangre
hierve. Ellos son, por desgracia, nuestros insensibles.
Los canallas que un sistema injusto ha fabricado para que todo siga
igual o peor. Cómo no condenar esta ralea inmunda que representa a los
opresores continentales! Con qué estómago digerir tanta miseria e
insensibilidad humana! Los opresores y sus lacayos llevan la marca en el
orillo. Encima, tienen votantes como para mantenerse tal cuál, en la
cresta de la infamia, haciendo de la palabra democracia un ornamento
grato a los miserables que les votan y aplauden, mientras España y el
Continente se hunden en la abyección de otra guerra social
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