En España las luchas sociales irrumpieron con la
fuerza de un huracán. Pero las fuerzas conservadoras,estimuladas por el
franquismo y su prolongación desmemoriada insisten, con ayuda del
paneuropeísmo, en su noción aldeana de señoritos y vasallos, imponiendo
el sofoco popular y la extensión de sus miserables fórmulas a través de
sus viejos y nuevos partidos. El más temeroso de su ira es el PSOE, ese
híbrido que representa una clase media en demolición, hoy mismo abocado a
un nuevo y rotundo fracaso.
viernes, 4 de marzo de 2016
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