EL FANTASMA DE STALIN

EL FANTASMA DE STALIN

Un fantasma persigue a la izquierda española, revivido por Pablo Iglesias y sus fobias totalitarias; El de Stalin. De hecho, la Guerra Civil no resolvió durante su trágica consecución lo que el franquismo y su larga dictadura de hambre y terror remató después en letra de molde que hoy pervive: la completa derrota de la izquierda a manos del stalinismo y las democracias de entonces. Los primeros choques entre el PSUC y el POUM llenaron de sangre el campo republicano. Orwell, y recientemente Ken Loach lo documentaron exhaustivamente en letras e imágenes, junto a los previos escritos de Trotsky. El fascismo encontró el terreno abonado de la desmoralización, que consumaría su victoria final.. En Varias ocasiones, Pablo Iglesias pondero a Juan Negrin como modelo de conducta revolucionaria, no como aliado preferente en los planes de Stalin, tal como la historia demostró, un santo y seña que refleja palmariamente su condición staliniana, en medio de abandonos programáticos y frivolidades cruciales para el porvenir político y social de España. Ahora, tras el ocaso de Errejón (otro ambicioso algo más sofisticado e igual de tramposo), llegó la hora de acomodar el aparato partidario a sus raíces históricas, adoptando el modelo del PSOE con Enric Sopena. Lo que hacen con "Publico" comporta esa receta, propia de "El Plural" La censura y los obstáculos que se alzan ante mis comentarios manifiestan dónde les duele.El aparato me conoce y teme, siendo tan distante como certero en mis reflexiones.Podemos carece de autocrítica. El liderazgo de Iglesias significa adaptar a la acción política estos principios, de origen staliniano, basados en la concepción absolutista de la política.Manifiesta, además, la clara manifestación de que el sacerdocio de los claustros es impotente para avanzar en la construcción de un ideario potente y liderazgos perdurables.

LA CALMA CHICHA

Que Unidos Podemos no avance en las áreas de política social es el resultado de un consecuente desmayo de los principios, mientras la desmovilización de sus partidarios alcanza importantes cotas de inacción.Liderar, para cualquier formación que apueste por el cambio es pieza capital, y nada se consigue sin activar el músculo de la agitación y el debate, movilizando a sus bases. Ellos no parecen entender la política revolucionaria como un totum revolutum que tome estado público. Los problemas que aborda hoy España no se resuelven en el parlamento, sin descartar el mismo como caja de resonancia de acciones contundentes en el plano social que la precedan. Nada de esto asoma en el horizonte, mientras Iglesias, Errejón, Garzón o Mondedero se acogen a formas tácticas pasivas, o dependientes de la compulsa en el espectral PSOE, donde todos son más o menos lo mismo, mientras la ilusión en un frente de izquierdas nubla muchas cabezas de lucidez cero. Conocemos bien los humores de Iglesias y sus validos, tan cambiantes como el tiempo y un fuerte sentido de la oportunidad más vulgar, mientras el tiempo pasa y crece la miseria popular en este país dependiente, y sometido a poderes extranjeros,pasible de nuevos desfalcos y quiebras generalizadas, sin que los derechos ciudadanos más elementales despunten en el horizonte.

LA RENDICIÓN

Cuando abordamos a Francia no hay que olvidar su tradición imperial y colonialista. Tampoco su vergonzante servidumbre a los nazis durante la Guerra Mundial, Vichy mediante.La necesaria asociación con el Cuarto Reich en nada se diferencia de la antigua sumisión ante el tercero. Los bancos franceses, y no sólo los germanos, son acreedores de las deudas del sur europeo. Macron, antiguo economista de Hollande, llega para cobrarlas ante la debacle de la vieja socialdemocracia del PS, con una abstención record. El respaldo de Unidos Podemos no se justifica ante la amenaza de Le Pen. Francia no llegó a los extremos trumpistas EEUU, aunque el fascismo continental venga degollando. Pero en cualquier caso, y en lo que nos toca, advertimos una izquierda hispana resuelta a defender con uñas y dientes al capital y sus miserias. El artículo mendicante y lacrimoso de Monedero clamando apoyar a Macron prueba, una vez más, las cercanías programáticas con Syriza, y su política de adaptación a la sangrienta tiranía de esta UE, que tanto genocidio social autoriza en Grecia como en España mediante su política migratoria. Valor agregado no debe echarse en saco roto.