De reciente publicación. El libro V de mi "Detective en Hollywood". El
viaje a una trama múltiple, atravesada por horrendos crímenes. La Guerra
Mundial se acerca a su desenlace en 1944, pero la otra, menos
estentórea, permanece en la sociedad norteamericana, anticipando el
macartismo. Si hay algo que destaca al protagonista de esta serie noir,
es su fe en el día de mañana y una buena socialización. Contrariando la
leyenda del private eye solitario, que solo posee
un sombrero y una pistola, este otro tiene amigos variopintos que le
auxilian de un modo u otro en sus pesquisas. En mis novelas o biografías
más duras y correosas, los temas de la amistad y el amor, o su
faltante, ocupan un papel central. Sin esos factores, necesarios y
auxiliares como el oxígeno, somos poco y nada. Lo que la vida me enseñó
se vierte en los renglones de estas labores. En tal sentido, el ya
maduro Floyd Sinclair se proyecta integralmente en "Identidades". Un
caleidoscopio emocional de ribetes freudianos.
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