Ahora 40 jueces de España, Argentina y Chile se unen a la acción de Amnistía Internacional invocando la Ley de Memoria Histórica, sancionada por el Parlamento, y hoy sepultada bajo el mantel de la merienda gubernamental.
El reclamo de Garzón desenterrando despojos de los represaliados por el franquismo fue recogido, tras su inhibición, por otros letrados justicieros y una organización con prestigio internacional, que defiende a las víctimas de dictadores y regímenes poco democráticos sacudiendo nuestra siesta del privilegio y el dolce far niente.
La lección histórica que desprende esta respuesta, contundente y ejemplar, reafirma una vez más que lo importante es lanzar la piedra impactando el objetivo, con independencia de quién lo haga. Se trate del heroico David, vencedor de Goliat, o del más modesto Baltasar Garzón.
Puestos a terciar, los menos famosos con ideas claras e indeclinable afán, somos más...
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