Cuando Pedro Sánchez cargó
despiadadamente contra Rajoy en el cara a cara que los medios
escamotearon, me dije: "Este tipo es un "duro", impresión que también
produjo en Iñaki Gabilondo. Ambos creemos en el coraje individual, pero
nos equivocamos de objeto. Antes del 20D, el fulano parecía resuelto a
pactar con la izquierda un plan reformista de largo alcance. Sin
embargo, todo fue al revés al día siguiente de la votación ciudadana,
revelándose Sánchez como una criatura de
aparato ente los barones conservadores y la "Sultana" de mercadillo
andaluz, más el IBEX 35, infaltable presionador político y económico.
Seguidamente, el candidato socialista eligió convertirse en tapón
electoral, pactando con Albert Rivera y sus falangistas un "Gobierno
Transversal" de izquierdas y derechas, tras favorecer al PP y sus nuevos
socios en la mesa del Congreso. Con ese pacto moral y espiritual, en el
que el PSOE aportó el 20% de programa, contra el 80% de los otros, el
temprano ídolo de barro cayó de su pedestal. Luego, su investidura
fracasó dos veces y, pese a las concesiones de Podemos, una vez más
retraído Iglesias, no se llegó a otra cosa que estas nuevas elecciones,
en las que habrá mucha abstención de la izquierda como premio a las
cesiones de Iglesias y Garzón(desde IU), pero en las que también el
PSOE, C´s Y PP pagarán factura.Las encuestas señalan que será probable
una Gran Coalición que ya lo fué de hecho, activando la "máquina de
impedir" de una conversión injustificable.Los socialistas serán los
grandes perdedores, camino a su inevitable pasokización, aunque también
Podemos, quienes, en vez de llamar a movilizarse erigiendo un Frente
ùnico Republicano de Izquierdas, restauraron al sumiso Errejón como
símbolo conciliador, reflejando la personalidad frankesteniana del
omnímodo Pablo Iglesias.
Ello garantiza un nuevo turno a Rajoy, mal
que nos pese, pues la ausencia de liderzgo en política tiene un precio
inevitable, pagado en libras de carne y sufrimientos por millones de
españoles. Y a nuestra Izquierda, le faltan líderes, tronantes y
coherentes para enfrentar el reflujo que viene.
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